Tras la derrota ante Boston que ponía fin a una racha de 15 meses sin perder en el Oracle Arena, alguien tenía que pagar los platos rotos. Un 'honor' que recayó sobre la plantilla de los Blazers, quienes sufrieron en sus carnes un nuevo recital de los vigentes campeones de la NBA.
Después de un primer cuarto en el que encajaron 37 puntos, los Warriors sacaron el rodillo para finiquitar por la vía rápida a Portland con un total de 136 puntos y una efectividad en triples del 60% (18 anotados en 30 intentos).
Stephen Curry, quien aumentó su récord personal hasta los 378 triples, fue el encargado de culminar una nueva gesta en la historia de la franquicia. El base anotó la mitad de los lanzamientos exteriores de su equipo, nueve, incluyendo el que supuso el triple número 1.000 de los Warriors esta temporada.
Tras ello, los de Steve Kerr anotarían de tres en otras trece ocasiones para detener el registro en los 1.013 triples convertidos, cifra histórica que acompañó a la 69ª victoria del curso de los Warriors, quienes se convierten en el cuarto equipo de la historia en alcanzar tal número de triunfos.