El equipo de baloncesto del Central Catholic High School, ubicado en Windsor, Ontario, ha contado con un componente muy particular durante los últimos seis meses.
Jonathon Nicola, de 2.05 metros y procedente, al menos de manera oficial, de un programa de intercambio, se ha convertido en la principal estrella de su equipo a lo largo de la temporada aunque su carrera ha llegado a su fin de manera precipitada tras ser detenido.
¿Los motivos? Jonathon tiene realmente 30 años, procede de Sudán y durante su último medio año de vida se ha hecho pasar por un estudiante de 17 años mientras vivía con su entrenador, algo que, finalmente, ha sido detectado por las autoridades de inmigración de Canadá.
Mientras se intentan esclarecer los hechos y aclarar la responsabilidad de todas las partes implicadas, el centro educativo y el propio jugador han optado por guardar silencio.
No obstante, no se trata del primer caso en el mundo del baloncesto ligado a irregularidades en la identidad de los jugadores pero si que es, probablemente, el más descarado de todos ellos.