Las razones de los Thunder para traspasar a Serge Ibaka

Muchos aficionados de los Oklahoma City Thunder siguen sin entender el sorprendente traspaso que su equipo llevó a cabo durante la ceremonia del Draft el pasado jueves, y es que Serge Ibaka era uno de los jugadores más querido por la afición del Chesapeake Energy Arena. Sin embargo, a pesar de la sorpresa generalizada entre los jugadores y directivos de la liga, existe una razón que justifica este movimiento más que ninguna otra.

Kevin Durant, de quien todavía no sabemos si seguirá en los Thunder la próxima temporada, dio el visto bueno al traspaso del que había sido uno de sus mejores amigos del vestuario desde su llegada al equipo hace ahora siete años.

Y puede que precisamente sea Durant el 'culpable' del adiós de Ibaka, y no porque el MVP de 2014 haya pedido su salida, sino porque en Oklahoma saben que si quieren hacer frente a las renovaciones de Kevin Durant este verano y Russell Westbrook en el de 2017, no podrán mantener a Ibaka en el equipo cuando acabe contrato y se convierta en agente libre dentro de un año y los Thunder se vean en la posición de no poder competir con las ofertas de otros equipos, por lo que Ibaka hubiese acabado marchándose a cambio de nada.

A este factor determinante se le unen otros menos decisivos pero no menos improtantes, como el emerger de Steven Adams como nuevo amo y señor de la pintura, puesto que está bien cubierto en la segunda unidad por Enes Kanter, el cuál también podría salir traspasado este verano o el próximo dado su altísimo salario, su deficiente papel en defensa y su rol de secundario. Los Thunder saben que tendrán que afrontar la renovación del propio Adams a la alza este mismo verano, aunque su nuevo contrato entraría en vigor en la temporada 2017-18.