¿Puede Ben Simmons ser All-Star en su año de novato?

En algo más de dos semanas en la NBA se ha erigido como el jugador más completo de su equipo y uno de los más versátiles de la liga.

Roberto Carlos Mateos | 04 Nov 2017 | 15:19
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BlogdeBasket, baloncesto en estado puro
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Desde la edición del All-Star Game de 2011 ningún jugador ha disputado el All-Star en su año de novato en la NBA. Ben Simmons puede lograr la misma gesta que solo Blake Griffin (por sus mates espectaculares) hace siete años y Yao Ming (por el masivo voto chino) en 2003 han conseguido en lo que va de siglo. Casualmente, Griffin también lo consiguió después de pasarse su primer año de contrato sin debutar por culpa de una lesión.

Ben Simmons está dejando a la NBA con la boca abierta. Es una predicción muy cercana a la realidad decir que estamos ante un grandioso ejemplar de una especie de los que llegan a la liga muy pocos cada década, los jugadores totales, de aquellos que pueden hacer de todo dentro de una cancha de baloncesto.

¿No era Embiid el 'Jugador Franquicia'?

El novato de los Sixers ha mejorado los números de LeBron James en sus primeros ocho partidos, tanto en anotación como en rebotes y asistencias. Puede ejercer de base, de alero o de ala-pívot, y si ahora es capaz de competir con los mejores, cuando empiece a progresar en la liga no le queda otro remedio que dominar a todo lo que se le ponga delante.

Simmons no juega como un novato, Simmons ya parece todo un experto sobre la cancha. No es un lanzador compulsivo ni está sediento de protagonismo, y aún así, está consiguiendo que muchos nos empecemos a cuestionar si su compañero Joel Embiid va a ser la cara de la franquicia en los próximos años.

All-Star. Ya

Ante la pregunta de si puede llegar a ser All-Star esta temporada, no tenemos ninguna duda de que así será, siempre que las lesiones le respeten y la gente, periodistas, jugadores y entrenadores decidan reconocerle sus méritos individuales.

Se ha convertido en el segundo jugador de la historia de la liga en firmar al menos 10 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias en sus primeros ocho encuentros en la liga, después de que lo lograse un tal Oscar Robertson hace más de medio siglo, al que también igualó al conseguir su primer triple doble en el cuarto partido de su carrera, y el segundo la pasada madrugada ante los Pacers.

Sus promedios esta temporada son apabullantes;

El número 1 del Draft de 2016, que no pudo debutar la pasada temporada por una lesión, es capaz de organizar a sus compañeros, conducir el balón, atacar el aro y defender el tablero en la misma jugada. Su juego está despertando la admiración y el reconocimiento de jugadores veteranos, analistas, aficionados, entrenadores de equipos rivales, e incluso algunas leyendas retiradas con poca tendencia al elogio, lo que tal vez se deba a que el juego del novato de 21 años de los Sixers les recuerde a la vieja escuela, porque en una época en la que todos los entrenadores están abusando del tiro de tres puntos, Simmons lo evita, y prefiere ser productivo cerca de la canasta.

Simmons ha caído de pie y con los pies juntos en una liga en la que los novatos estaban dejando de gozar del protagonismo e impacto que los medios anunciaban durante el año, y aunque es muy pronto, podemos ver cómo su producción está posibilitando a los Sixers contemplar un escenario realista en el que se clasifiquen para los Playoffs, una visión que llena de esperanza, sobretodo a largo plazo, a unos aficionados que han sido testigos de los peores unos de la historia de la franquicia, gracias a los cuales no olvidemos que ahora tienen un buen elenco de futuras estrellas.