
Las finales de la Conferencia Oeste entre Golden State Warriors y Houston Rockets están más vivas que nunca. Los tejanos, al ganar con facilidad en el segundo partido, creen en sus posibilidades y esperan poder eliminar al ‘imparable’ equipo de Steve Kerr.
Un gran desafío en el Oracle Arena
La serie se traslada ahora a Oakland. Los Warriors afrontarán los dos siguientes partidos en su casa ante su gente. Los Rockets, por su parte, esperan romper el récord de Golden State de ganar 15 partidos consecutivos en su estadio en playoffs.
Mike D’Antoni, entrenador de Houston, asegura que el éxito de los Warriors con el récord no se debe a estar en casa, sino a que son grandísimos jugadores. “El desafío es jugarle bien a Golden State, no ganarle en su casa. Lo difícil es ganarles a ellos. Todos estos jugadores están acostumbrados a jugar en entornos hostiles. Ahora que tienen a la afición de su parte, lógicamente jugarán mejor todavía. Hay que intentar sacarles de ese ambiente y que no se contagien de sus aficionados”.
Los Rockets saben que no importa lo bien que jugasen en el partido 2. “Ayuda, pero no sirve para ganar unas finales de Conferencia”, dijo James Harden. “Ayuda porque nos demuestra que somos capaces de ganarles. Simplemente tenemos que salir ahí y aprovechar todas las posesiones”.
Los 127 puntos que metió Houston fueron la cifra más alta de esta post-temporada. Pero aseguran que el éxito ofensivo se debe a poseer una gran y sólida defensa.
En la madrugada del domingo al lunes se disputará el tercer partido. Con el 1-1 en el resultado global todavía no hay un claro favorito. Estos dos juegos en casa de GSW son de trascendental importancia para pasar a las finales de la NBA.