
Partido sin nada prácticamente en juego mas que el honor, pero ante todo buscar esas buenas sensaciones que parece que no han llegado todavía a un equipo que es capaz de resolver los encuentros pero que no consigue demostrar ni solidez ni un nivel apto para llegar a rondas altas o incluso 'colarse' en el podium. Irán ya espera a una selección española que, aunque no quiera, estará pendiente de lo que pase antes de su partido en el Italia-Serbia que decidirá cual de las dos selecciones será la primera ante la que se enfrente en la próxima ronda.
A priori es una victoria secilla ante un rival que ha perdido sus dos choques ante dos selecciones que han caído frente a España. Es verdad que el conjunto iraní está ante su década dorada en la que ha conseguido tres presencias mundialistas y, aunque ya está eliminada buscará al menos dar un susto. Sus principales amenazas son Hamed Haddadi, pívot de la NBA, en concreto de Memphis Grizzlies, y el escolta Samad Nikkhah Bahrami, del Petrochimi de la Super Liga de baloncesto iraní, dos tipos que ejemplifican a un equipo con garra pero que aún necesita tiempo.
Uno de los talentos jóvenes sin duda de la selección iraní es su base Behman Yakhchali y que con tan solo 19 añitos ya desulumbró en el Mundial de España y que actualmente es quien pone los puntos, 22 ante Puerto Rico y 14 ante ante Túnez. En las penetraciones hay un nombre que destaca sobre el del resto, Mohamad Jamshdi, un hombre que es un puñal en esa faceta y que aporta desde el perímetro. En la pintura el trabajo y el músculo está siendo clave con la aportación tanto de Michael Rostanpour y Aaron Geramipoor, una de las grandes sorpresas sin duda del campeonato.