
Michael Jordan es el mejor jugador de la historia del baloncesto. Larry Bird es, junto a Magic Johnson, el hombre que volvió a hacer grande la NBA en los ochenta. Ambos son mitos vivientes de la NBA. Del deporte. De hecho van más allá. Jordan es un icono y Bird una leyenda, un 'bicho raro' en un mundo en el que dominaban los afroamericanos y los musculados.
Desde que MJ entró en la NBA en 1984 hasta que Bird se retiró en 1992 se enfrentaron en numerosas ocasiones, los primeros años siempre con victorias de los Celtics de Bird y los últimos con triunfos de los Bulls de Jordan. En su primer enfrentamiento, Jordan anotó 63 puntos ante los Celtics en lo que sigue siendo la anotación más alta de la historia en un duelo de playoffs. Tras el duelo, Bird dijo la célebre frase "hoy dios se ha disfrazado de jugador de baloncesto".
Pese a su rivalidad, siempre tuvieron buen rollo y su momento cumbre a nivel deportivo lo vivieron en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92', en los que ambos, junto a Magic Johnson, lideraron al Dream Team de Estados Unidos hasta el Oro.
Así, sabemos que la relación de MJ y Bird siempre ha sido buena, y eso queda reflejado con la foto que os enseñamos a continuación, en la que se puede ver a ambos en un ambiente más que distendido: a Bird tirado en un sofá con varias cervezas a su lado y con un vaso en la mano y a un Jordan sin rapar completamente, concentrado y a punto de ejecutar un saque de ping-pong. Tremenda la instantánea. Para disfrutarla:
Michael Jordan plays ping pong while Larry Bird gets drunk on the floor. You know the rest of the world didn’t want any of this. pic.twitter.com/Kl7hOS3tKQ
— Super 70s Sports (@Super70sSports) September 19, 2021
La nueva NBA
Bird, Jordan y Magic fueron símbolos de una época inolvidable de la historia del baloncesto. Unos años ochenta en la que todo se magnificó, se hizo más grande, se amplió al mundo, cuando la NBA, gracias en gran parte a ello, se convirtió en el gran producto que es hoy en día.