New York Knicks y la mejor segunda unidad de la NBA

Gran parte de la clave del éxito de los Knicks en lo que va de año radica en la importancia del banquillo, con jugadores rindiendo a nivel estelar.

Diego Jiménez Rubio | 16 Nov 2021 | 18:11
facebook twitter whatsapp Comentarios
New York Knicks, el mejor banquillo de la NBA. Foto: gettyimages
New York Knicks, el mejor banquillo de la NBA. Foto: gettyimages

La guardia pretoriana de Tom Thibodeau se va nutriendo de nuevos soldados fieles a su jefe, dotando a New York Knicks de una esencia única. El Madison Square Garden vuelve a ilusionarse y vibrar cada noche con un equipo que puede ganar o perder, pero que transmite emociones e involucra a toda la ciudad en su proyecto deportivo. El técnico sabe a lo que ha de jugar con las piezas que posee y el rendimiento defensivo del equipo sube de manera notable cada vez que la segunda unidad irrumpe a escena. Kemba Walker es una merma impresionante en defensa, mientras que Fournier y Barrrett alternan días de inspiración con otros totalmente negados, pero los que nunca fallan son los hombres que salen desde el banquillo y abusan de los suplentes de los equipos rivales.

Si esta dinámica continúa, llegará un momento en que Derrick Rose, Obi Toppin, Alec Burks, Taj Gibson y, sobre todo, Immanuel Quickley, terminarán jugando casi más minutos que los titulares. Todos ellos encarnan a la perfecció lo que busca Thibodeau; una mezcolanza ideal entre juventud y experiencia, inteligencia en la cancha y capacidad atlética, opciones de generarse sus propios tiros y acierto abriendo la cancha, así como rebote e intimidación. Una turba de fieles guerreros al servicio del colectivo, sin importarles el protagonismo individual que puedan tener y conscientes de que son el alma máter de un equipo enormemente ilusionante.

En los últimos tres partidos, todos los titulares han tenido un +/- negativo mientras estuvieron en la cancha y el desaguisado que provocaron tuvo que ser solventado por una segunda unidad que más parecía un retén de bomberos apagando el fuego y poniendo orden, que un equipo de suplentes de una franquicia de baloncesto. Jóvenes como Toppin y Quickley están aceptando su rol y beneficiándose de la habilidad innata de Derrick Rose para hacer que el equipo funcione como un engranaje perfecto. El mítico base está para ser titular y si continúa así no sería descabellado pensar que acabe arrebatándole esa condición a un Walker que quita más de lo que da. New York Knicks mira con optimismo al futuro gracias a sus suplentes, y si logra que los titulares mejoren, pueden ser imparables.