Lonzo Ball ha vuelto a disputar partidos en la temporada 2024/25 después de pasar más de 1000 días alejado de las canchas debido a problemas físicos persistentes. Aunque su regreso representa una gran noticia para los aficionados, el base de los Chicago Bulls todavía lidia con las secuelas de sus lesiones.
Recientemente, Ball habló sobre un posible origen de sus problemas físicos. Durante su temporada como novato en la NBA, usó zapatillas fabricadas por Skechers como parte de un acuerdo establecido por Big Baller Brand, la marca impulsada por su familia. Según explicó el jugador, no estaba satisfecho con el calzado y considera que pudo haber influido en su primera gran lesión de menisco, ocurrida en enero de 2018.
"Creo que es una posibilidad, siendo honesto", afirmó Ball al referirse al impacto que pudieron tener las zapatillas. "No estaba teniendo lesiones así hasta que comencé a usarlas".
Este comentario pone de relieve los riesgos que pueden surgir al utilizar equipos deportivos que no cumplen con los estándares adecuados para un atleta profesional. A pesar de las dificultades, el regreso de Lonzo Ball marca un paso importante en su esfuerzo por superar las adversidades y recuperar su lugar en la liga.