
Muy complicado se le han puesto las cosas a unos Golden State Warriors que en el Game 3 tuvieron la oportunidad de alargar la serie ante Minnesota Timberwolves hasta que volviera Stephen Curry pero no la aprovecharon. Aguantaron la igualdad ante un equipo muy superior hasta el descanso de este Game 4 (117-110), en el que se le han visto todas las costuras ofensivas y los Wolves se han desatado y han reventado la serie: 3-1 y quinto partido en Mineápolis para cerrar.
Así, se llegó al descanso con 2 arriba para los Warriors, pero un parcial de 15-0 en un tercer cuarto que acabó 39-17 para los visitantes dejó el Chase Center helado y a los Warriors sin capacidad de reacción. Es un equipo sin talento ofensivo, sin tiro, sin altura y sin Curry. Es un milagro que la serie siguiera tan igualada hasta ayer. Triunfo de los Wolves con Anthony Edwards con 30 puntos y Julius Randle con 31. Poco más necesitaron.
En los Warriors, Jonathan Kuminga fue el mejor con 23 unidades. No fue suficiente. Esta vez Jimmy Butler no sacó su magia y se quedó en 14 puntos (las piernas empiezan a pesar). Buddy Hield estuvo muy bien defendido y se quedó en 13. Muy complicado ahora. Lo normal es que cierren los Wolves en quinto. Se supone que Curry iba a poder volver en el sexto. Complicado pensar que lo vamos a ver otra vez vestido de corto en estos playoffs.