En la temporada 2025/26 de la NBA, el inicio de Indiana Pacers ha sido de pesadilla. La franquicia arrancó perdiendo sus primeros 5 partidos, mientras varios jugadores se lesionaban de gravedad, como Obi Toppin, que se perderá 3 meses. A pesar de su última victoria, el equipo de Indianápolis aún no ha salido del pozo. Pero ha fichado a Jeremiah Robinson-Earl para al menos intentarlo.
Según información de Shams Charania (ESPN), la franquicia de Indianápolis ha firmado al ala-pívot mediante una excepción por dificultades económicas con un contrato de 10 días, una herramienta poco habitual que los equipos solo pueden utilizar en situaciones extremas de disponibilidad.
La llegada de Robinson-Earl —quien promedió 6,3 puntos y 4,8 rebotes por partido la pasada campaña con New Orleans Pelicans— supone un intento de añadir profundidad inmediata a una rotación que se ha visto gravemente afectada por las lesiones.

Un vestuario bajo mínimos
El equipo dirigido por Rick Carlisle vive un comienzo de temporada 2025/26 muy complicado. Los Pacers no solo han sufrido la baja prolongada de su estrella Tyrese Haliburton, fuera durante toda la temporada tras una rotura del tendón de Aquiles sufrida en las pasadas Finales de la NBA, sino que también han perdido a Obi Toppin, quien estará al menos tres meses de baja después de someterse a una cirugía en el pie derecho.
Estas ausencias se suman a otros problemas físicos en la plantilla, dejando al conjunto de Indianápolis con muy pocas opciones en la pintura y un margen de maniobra reducido.
La firma de Robinson-Earl, bajo esta excepción por dificultades, permitirá al equipo disponer temporalmente de un jugador adicional hasta que alguno de los lesionados esté en condiciones de regresar. Este tipo de excepciones solo se conceden cuando un equipo tiene al menos cuatro jugadores fuera de combate durante más de dos semanas, una situación que describe a la perfección el actual panorama de los Pacers.