El pívot All-Star de los Miami Heat, Chris Bosh ya ha sido dado de alta en el hospital del sur de Florida en el que se encontraba aquejado de una enfermedad que fue detectada recientemente, por la que ha tenido que ser intervenido en los pulmones para quitarle varios coágulos de sangre que podían hacer peligrar su salud y su vida. El equipo médico que lo atiende es optimista y afirman que 'lo peor ha pasado ya' y que el jugador ha dado un gran paso hacia su recuperación.
Aunque todavía hay que extremar la prudencia antes de hablar de un regreso a las canchas, algo que esta temporada estaría descartado, no debería haber ningún problema para que el jugador mejor pagado de los Heat se reincorporara la próxima temporada al equipo.