Misión Imposible V: el asalto a Moscú

El Herbalife Gran Canaria sufrió un duro correctivo en el que ha sido su primer partido en una final en sus 52 años de historia. En frente, un Khimki BC con mucha más experiencia que afronta su tercera final en la competición tras el campeonato de 2012 ante Valencia Basket y el subcampeonato de 2009, cuando sucumbieron frente el Lietuvos Rytas de Marijonas Petravicius.

El equipo dirigido por Aíto García Reneses viajará a Rusia con una barrera casi infranqueable de 25 puntos de desventaja tras caer por 66-91 abrumados ante la exhibición ofensiva del cuadro ruso. Esta derrota supone la primera del conjunto insular en el Gran Canaria Arena en la presente edición de Eurocup. A pesar de ir a remolque durante gran parte del duelo, el Herbalife Gran Canaria aguantó las acometidas del rival hasta que un abusivo parcial de 12-32 en el último cuarto terminó por liquidar sus aspiraciones de victoria.

Petteri Koponen y Egor Vyaltsev, con 18 puntos, fueron los principales referentes ofensivos de un Khimki donde también brillaron Paul Davis (17 puntos y 6 rebotes) y Tyrese Rice, recientemente galardondo con el MVP de la competición, con 13 puntos, para hacer totalmente inútiles los 23 tantos de Kyle Kuric, máximo anotador del partido, y los 18 puntos y 7 rebotes de Eulis Báez.

El próximo martes tendrá lugar el partido de vuelta en Rusia en un duelo que se presenta como un doble duelo: ante el propio Khimki y ante la historia. De hecho, ningún equipo en ninguna competición europea a lo largo de la historia ha logrado remontar una diferencia tan abultada. El caso más próximo tuvo lugar en 1999 cuando el FC Barcelona remontó los 16 puntos de desventaja de la ida para terminar ganado la Copa Korac ante el Estudiantes, en un partido de vuelta donde superó a los colegiales por 27 puntos. Ese tiene que ser el punto de partida. Ocurra lo que ocurra, la temporada europea del Herbalife Gran Canaria ha sido para enmarcar.