No es designado por la gran mayoría de los aficionados y analistas como el más grande de todos los tiempos por nada. Michael Jordan no es solo el mejor jugador que ha pisado una cancha de la NBA. Su figura ha superado desde hace años la barrera del fenómeno cultural. La leyenda de los Chicago Bulls transformó el concepto de estrella del deporte hacia un nuevo nivel nunca antes visto.
Jordan fue el primer jugador de baloncesto en disponer de línea de zapatillas con su propia nombre, la cual, con el tiempo, terminaría convirtiéndose en un referente deportivo y en una de las marcas más reconocidas a nivel mundial. La figura de Michael Jordan ha sido comercializada de todas las formas y maneras imaginables, hasta el punto de aparecer en películas, disponer de una propia serie de animación y ser ejemplo para millones de niños (y no tan niños) en todo el planeta.
Teniendo en cuenta todo esto, no es de extrañar que los más de 90 millones de dólares en salarios ganados a lo largo de su carrera como jugador sean un pequeño porcentaje de la actual fortuna del ex-jugador y mandatario de los Charlotte Hornets.
Según un reciente informe del Chicago Tribune, solo su relación con la multinacional Nike le reportó unas ganancias cercanas a los 500 millones de dólares entre 2000 y 2012. Además, Jordan es la imagen de otras empresas como Hanes, Upper Deck y Gatorade, firmas que han engrosado su fortuna con unas cifras que giran en torno a los 50 millones de dólares.
Estos números comprenden un montante promedio de 45 millones anuales o, lo que es lo mismo, el doble del salario que obtuvo LeBron James el pasado curso en Cleveland. Por algo 'Air' Jordan ha sido incluido recientemente en la lista Forbes de las 1.000 personas más ricas del planeta.