Brett Brown, entrenador jefe de los Sixers, no quiere saber nada de los malos resultados de los últimos años y por su puesto quiere cumplir su contrato de cuatro temporadas que firmó hace dos veranos con la franquicia de Pensilvania, la peor de la NBA si sumamos los resultados de las dos últimas campañas. En declaraciones a la prensa el técnico se ha puesto muy tenso cuando le han recordado sus malos resultados, sugiriéndole que su puesto podría correr peligro... como si fuera culpa suya.
Brown aseguró que cuenta los días para empezar a trabajar con los jugadores en la temporada que se avecina y subrayó que iba a ser "todo un desafío" juntar en la cancha a Nerlens Noel y Jahlil Okafor, dos jugadores que son 'cincos' puros. También adelantó que Robert Covington iba a ser el alero titular, y que tanto Kendall Marshall como Tony Wroten siguen recuperándose de sus lesiones de rodilla y se espera que vuelvan a jugar a finales de octubre.
No tiene que ser fácil ser Brett Brown; llevas dos temporadas entrenando a un equipo que desde las oficinas está diseñado para perder el mayor número de partidos posibles con la esperanza de que el próximo Draft salve a la franquicia del ridículo en el que lleva varios años, y los directivos optan por deshacerse de jugadores con un excelente futuro en la liga a cambio de más selecciones de prometedores novatos que en muchos casos llegan con lesiones de larga duración, como fue el caso de los interiores Nerlens Noel y Joel Embiid.
Si encima la prensa empieza a criticarte y a insistir en que tan solo has conseguido 18 y 19 victorias respectivamente cada temporada que has estado al mando del banquillo del equipo, como si tu no estuvieras haciendo todo lo posible por cambiar esa tendencia, el trabajo de entrenador jefe de los Philadelphia 76ers se antoja como uno de los que más a prueba podrían tu paciencia y tu vocación competitiva. A pesar de todo, no te acostumbres nunca a perder, y no dejes que tus jugadores lo hagan.