Pocas horas separan a Kobe Bryant de su última participación en el All-Star Game, un evento que pisó por primera vez en 1998 y que no se ha perdido desde entonces salvo por sus tres ausencias por lesión.
Con la aliento de la retirada en el horizonte, el escolta de los Lakers, quien ha confirmado que no quiere convertirse en el protagonista del partido, ha querido preparar su último partido de las estrellas de una manera peculiar.
En el entrenamiento de ayer, se pudo ver a Kobe disputando un uno contra uno ante Gregg Popovich, entrenador de los Spurs y líder del banquillo de la Conferencia Oeste durante el All-Star Game.
Si bien fue fácilmente superado por el escolta angelina, Pops ha demostrado, a sus 67 años, poseer una mayor intensidad defensiva que alguna que otra figura actual de la NBA.