
En Oklahoma City Thunder no están dispuestos a volver a pasar por la misma situación que han visto este verano con Kevin Durant, y ya están trabajando para cerrar la renovación de Russell Westbrook, que termina contrato en julio de 2017 y se convierte en agente libre sin restricciones. Perder a dos futuros hall of famers en dos veranos sería un palo enorme que les obligaría a reestructurar el equipo desde cero, lo que les haría perder varios años reconstruyendo un nuevo proyecto.
Los Thunder están avanzando en las conversaciones con el jugador, quien ha mostrado los primeros síntomas de querer liderar al equipo tras la salida de Kevin Durant, pero según varios portales, como Celtics Blog, el jugador no está dispuesto a cerrar ya su renovación a largo plazo porque todavía no se conoce como va a evolucionar el límite salarial para la próxima temporada.
Algunas estimaciones apuntan a que el base podría esperar a renovar al próximo verano, comprometerse para dos años y un total de 73,5 millones de dólares, lo que le convertiría en si no el mejor, uno de los jugadores mejor pagados de la liga. Otras indican que firmará antes de que acabe el verano por 118 millones y 4 años.
Los Thunder seguirán escuchando ofertas de traspaso por Westbrook, pero hay que recordar que a estas alturas de su contrato ningún equipo tiraría la casa por la ventana sin tener garantías de que el jugador se comprometería a largo plazo, y como le está prohibido negociar con cualquier equipo que no sea para el que juega, Oklahoma podría obtener cierta ventaja de la situación, aunque llegado el caso también podría autorizar a cualquier equipo a que negocie con él, como puede ser el caso de los Boston Celtics, destino donde muchos directivos de la liga ya le ven.
En cualquier caso, es el jugador el que tiene la sarten agarrada por el mango.