En este punto avanzado de la temporada NBA, muchos de los equipos cambiarán su estrategia inicial si las expectativas iniciales no se han terminado de cumplir, adaptando sus objetivos a las posibilidades reales de éxito que les quedan en el último tramo del calendario. Por eso, y con la vista puesta en la próxima temporada, algunas franquicias que no hayan conseguido sus propósitos tratarán de aligerar peso salarial realizando algún traspaso antes de que cierre el mercado el próximo 23 de febrero.
Uno de estos equipos bien podrían ser los New York Knicks, quienes en las últimas semanas parecen estar oteando el mercado para buscar la salida de algunos de sus activos con la vista puesta más en el largo plazo que en clasificarse para los Playoffs a cualquier precio para después caer eliminados a las primeras de cambio. Phil Jackson y Jeff Hornacek tienen un ojo puesto en el verano y en cómo reconstruir un proyecto que estará obligado a reinventarse por tercera vez en tres años.
El entrenador de los Knicks ha confirmado que en la organización siguen deseando llegar a Playoffs cuatro temporadas después, pero no se obsesionarán en cumplir este objetivo ya que la prioridad es construir un proyecto con opciones de ganar el campeonato.
Por eso Carmelo Anthony no es el único que podría salir traspasado. De hecho, los Knicks tendrían un año más para mover a su jugador más valioso, ya que en su contrato todavía restan dos años y medio, del que el último es opción del jugador. Más urgente es encontrar un destino para Derrick Rose, quien será agente libre el próximo 1 de julio y ya ha adelantado que buscará un contrato máximo que en Nueva York pueden no estar dispuestos a ofrecerle, por lo que intentarán traspasarle antes de ver cómo se marcha sin dejar nada a cambio.
A los Knicks les quedan 30 partidos de temporada regular y están situados en la posición 11 de la clasificación del Este a solo una victoria y media del octavo puesto, que ocupan los Detroit Pistons.