
Undécima victoria consecutiva de unos Golden State Warriors que cuando ponen el ritmo de crucero son imparables. Ayer destrozaron a unos Indiana Pacers que parece que continúan de luto por la lesión de Victor Oladipo. Los de la Bahía destrozaron a su rival en el primer cuarto (40-22) y el resto fue un paseo hasta el final (132-100).
Destacar en los de Steve Kerr que DeMarcus Cousins cada vez está mejor. Que se confirma que su fichaje fue un acierto. Que el jugador está por la labor. Que (eso ya se sabía) es muy bueno. Que se ha recuperado a la perfección de su gravísima lesión. Y que si los Warriors no ganan esta temporada la NBA será la sorpresa del siglo.
Boogie's got his first 20-point game this season --
— Golden State Warriors (@warriors) 29 janvier 2019
--@NBCSAuthentic pic.twitter.com/8HVAXn5TLw
Ayer, Cousins firmó su mejor partido desde que reaparició. En apenas 25 minutos, fue capaz de anotar 22 puntos (7 de 12 en tiros de campo y 7 de 9 desde la personal), capturar 6 rebotes y repartir 4 asistencias. Se entendió a las mil maravillas con sus compañeros y demostró que está capacitado para adaptarse al juego rápido que propone Kerr.
El máximo anotador del partido fue Stephen Curry con 26 puntos (6 de 8 en triples). Kevin Durant y Klay Thompson anotaron 16 unidades por cabeza. Ante la baja de Draymond Green, fue Jordan Bell el que ocupó su puesto en el quinteto. Desde el banco, Kevon Looney aportó 15 puntos.
En los Pacers, muy tocados sin Oladipo, el máximo anotador fue Turner con 16 puntos. Bogdanovic se fue hasta los 15 y Collison se quedó en 13.