El fichaje de Quinn Cook por Los Angeles Lakers es el último tributo que el jugador ha podido hacerle a su padre. El base concluye cada mensaje que sube a sus redes sociales con el mensaje de "RiP DAD" (descansa en paz, papá), ya que se sigue acordando de él permanentemente.
Lo último que ha podido hacer para honrar la memoria de su progenitor ha sido firmar con el equipo angelino, ya que éste era un gran fan de los de LA. Cook, que ha jugado sus últimos años en la NBA en Golden State Warriors (con los que ha ganado un anillo), firmó con los de púrpura y oro un contrato de dos años y 6 millones de dólares.
.@QCook323's late dad was a huge Laker fan
— Bleacher Report (@BleacherReport) July 8, 2019
Now Quinn Cook gets to wear the jersey for the team his dad loved -- pic.twitter.com/RzG8nQ8QDi
Quinn Cook ha jugado 107 partidos en las dos últimas temporadas con Golden State Warriors y ha promediado 7.7 puntos, 2.2 rebotes y 1.9 asistencias por duelo. Ahora, aterriza en otro equipo que va a intentar luchar por ganar la NBA liderado por LeBron James y Anthony Davis.
Se espera que Cook tenga un papel relevante en la rotación. Como ya demostró en los Warriors, tiene nivel de sobra para jugar en la NBA. En las pasadas Finales no estuvo demasiado acertado, pero no había contado con la confianza de Steve Kerr durante gran parte de los playoffs y no salió con confianza a la pista cuando los Warriors requirieron de sus servicios.
Bonita historia la de Cook, que seguro que va a darlo todo cada segundo que esté en pista con la camiseta de los Lakers acordándose de su padre.