Nunca es tarde para reaccionar. Eso es lo que debe pensar Al Horford en su andadura con Philadelfia 76ers, realmente decepcionante hasta el momento. Las lesiones de Joel Embiid y Ben Simmons han obligado al dominicano a dar un paso adelante y lo está haciendo, aunque no tanto en el flujo anotador. Al está dispuesto a erigirse en líder espiritual de un equipo que quiere aguantar esta mala época sin sus estrellas y llegar opciones de terminar la temporada entre los cuatro mejores. Con la ayuda de Tobias Harris y algunos secundarios, Horford está haciendo ver a sus compañeros lo que es el espíritu competitivo de una estrella como él.
"Estoy contento con ir ganando partidos. Cuando movemos bien la pelota y jugamos con generosidad, somos competitivos contra cualquiera. Mi labor es facilitar las cosas a los jóvenes, mandarles un mensaje de calma y hacerles entender que el baloncesto simple puede ser muy efectivo", aseveró un hombre que ante Sacramento Kings terminó el partido con un más-menos de 41 puntos, algo histórico ya que iguala lo conseguido por André Iguodala en la temporada 2000-01 y 2007-08, que supone el récord en la historia de la franquicia. "Es gratificante porque ese dato suele traer consigo una victoria y eso es lo único que me importa ahora", dijo Horford.
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Cuestionado por este paso adelante del pívot, Brett Brown se mostró entusiasmado. "Esta noche todo fue perfecto y él pudo demostrar su grandeza. Sus movimientos en ataque fueron increíbles, actuó como un líder en defensa... Es genial ver ese rendimiento en él después de sus altibajos. Lo primordial es que se mantenga sano porque sabemos que nos va a ayudar mucho en lo que resta de temporada regular y en playoffs", comentó el entrenador de los Philadelfia 76ers sobre un Al Horford que tiene aún mucho que demostrar y de lo que redimirse, pero que va en buen camino.