El jugador de Phoenix Suns Ricky Rubio ha concedido una entrevista a los compañeros de Rac1 en la que ha explicado cómo está pasando el confinamiento y lo que espera de los próximos meses. Comenta que volvió a España para estar cerca de su familia, algo que veía necesario:
"Volví para estar cerca de mi familia. Si pasara cualquier cosa a alguien y no pudiéramos estar a su lado nos habría matado. Y aquí podemos llevar la comida a los abuelos de mi mujer. Estar aquí para ayudar es mucho mejor".
Ricky es un tipo familiar que, tras conocer que la NBA se suspendía, volvió a casa. De hecho, se ha dedicado últimamente ha hacer un puzzle de 6.000 piezas que no ha podido completar, ya que una se lo comió su perro: "Tengo otro de 40.000 pero mi mujer no me deja hacerlo...".
Sobre la falta de baloncesto admite que en estos momentos no es lo que más le preocupa: "Lo importantes es que todo se solucione". Eso sí, está muy satisfecho con los pasos que ha dado la NBA hasta la fecha con respecto a la pandemia:
"La incertidumbre que hay es general. Empiezas a hacer un plano físico pero sin un hito se hace difícil. No sabemos cuando volveremos. Confío mucho en la gente que lleva la organización. Fuimos una de las primeras ligas a detenerse y hacer macetas, incluso mucho antes de que todo esto estallara, nos educaron y nos pusieron médicos para instruirnos lo que podía pasar. Supongo que será necesario acabar jugando a puerta cerrada".
Sobre este último apartado lo tiene bastante claro que es una posible solución: "Nunca he jugado sin público y sería extraño pero entendemos que es un espectáculo y la gente en casa lo necesita".