
El ser humano no puede resistir la tentación de especular sobre situaciones hipotéticas, de dar opiniones personales e intentar argumentar objetivamente posiciones subjetivas. Sin embargo, pocas personas en el mundo del baloncesto como Denis Rodman tienen una voz más autorizada para transmitir lo que supusieron para este deporte los Chicago Bulls de los 90 y, en especial, Scottie Pippen. El eterno segunda espada por detrás de Michael Jordan que tan infravalorado estuvo y al que el relato histórico de la NBA sigue sin hacer justicia. Con el documental The Last Dance se está poniendo de relieve el increíble talento de un alero pionero en su época, tal y como señala Rodman en una entrevista para la ESPN.
"Nunca se le dio la importancia que merecía. Scottie es un jugador histórico, no solo por su enorme talento y por haber sabido vivir a la sombra de Michael, sino porque revolucionó la manera de jugar a esto. Por aquel entonces, se hablaba mucho de la polivalencia de Larry Bird, pero no tenía la agilidad necesaria para jugar en todas las posiciones, como sí le ocurría a Pippen. Fue un alero con capacidad para distribuir el juego, subir el balón, botar, pasar. Ahora ves a muchos tipos de su estatura haciendo esas cosas, pero todos ellos deberían estar agradecidos a Pippen porque él abrió el camino", declaró un Rodman que se deshace en elogio hacia su compañero.
Ambos tuvieron una buena relación, aunque lucharon por ser el segundo jugador más influyente en el engranaje de los Chicago Bulls. "Gente como Kevin Durant son lo que son gracias a que en los 90 hubo un tipo capaz de jugar de esa manera. Estoy convencido de que si Lebron James hubiera jugado en la NBA de los 90, sería un peor jugador que Pippen. El único que era mejor que Scottie era Jordan y lo puedes comprobar con lo que ocurrió cuando Michael se retiró. Siguió siendo un jugador increíble en la NBA, liderando a su equipo y promediando números increíbles. La gente no valora a Scottie Pippen como merece", aseveró con contundencia Denis Rodman.