
Tom McMillen fue un center que jugó en la NBA entre 1975 y 1986, año en el que se retiró con 33 primaveras. En total, disputó 729 encuentros en los que promedió 8.1 puntos, 4 rebotes y 1.1 asistencias por duelo.
Debutó en los Buffalo Braves (actuales Clippers), tuvo un breve paso por los Knicks y jugó el grueso de su carrera (6 temporadas) en Atlanta Hawks. Cuando contaba con 31 primaveras (1983) se marchó a Washington Bullets, donde permaneció 3 temporadas antes de retirarse. Antes de jugar en la NBA, fue subcampeón Olímpico con Estados Unidos en Múnich 72 y jugó una temporada en Bolonia en la Lega italiania
McMillen no fue un mal jugador, pero como hemos visto por sus estadísticas, tampoco ha pasado a la historia como uno de los mejores pivots de su generación. Lo que le ha convertido en eterno ha sido su aspecto físico.
Más concretamente, sus canas. Y es que antes de cumplir los 30, cuando todavía jugaba con los Hawks, su cabellera se fue poco a poco blanqueciendo.
Poco a poco fue evolucionando y en sus últimas temporadas en la liga su cabeza se asimilaba a la espuma de una cerveza checa bien echada. Eso, unido a su peinado clásico tipo senador del Estado de Wisconsin, le daban un aspecto de lo más particular. Esto que digo sobre su aspecto lo vieron también los "cazatalentos" de la política, que se fijaron en él y acabó siendo congresista por Maryland entre 1987 y 1993.
McMillen en 1985 era un chaval de 32 años que parecía un señor de 62. Aquí os dejamos algunos documentos gráficos que lo atestiguan:
Tom McMillen played for the Bullets from age 31-33
— Dom2K---- (@Dom_2k) April 8, 2018
He looks 70
I need answers pic.twitter.com/vG9cWBNzAa