La cuenta atrás hacia la nueva temporada NBA se acelera y aún hay numerosas incógnitas por resolver en el futuro de jugadores muy importantes. Las franquicias se afanan en ir definiendo sus plantillas y tienen un margen nada desdeñable hasta el 22 de diciembre para conseguir traspasos interesantes que completen su potencial y les den un salto cualitativo. El caso de James Harden es el más mediático por su tendencia a ponerse en rebeldía para forzar un traspaso. Son muchos los equipos que suspiran por hacerse con los servicios de un Harden que convertiría en candidato al anillo a cualquier equipo en el que recalara.
También está todo abierto en el caso de los grandes referentes de San Antonio Spurs, una franquicia sin aparentes objetivos competitivos y en el que dos veteranos como DeMar DeRozan y LaMarcus Aldridge no parecen encajar nada. Cualquier de ambos podría erigirse en el segundo espada de un equipo aspirante a lo máximo, siendo Toronto Raptors y Los Angeles Clippers los que están mostrando un mayor interés por ambos, respectivamente. Otorgar primeras rondas de draft y jugadores jóvenes podría ser la solución para un proceso de reconstrucción de Spurs, aunque Popovich no parece del todo convencido de querer ir por ese camino, lo que podría retener a las dos estrellas.
Kevin Love es otro jugador que está en un equipo que no se amolda a sus necesidades y expectativas, por lo que podría salir para seguir ofreciendo su enorme talento desde el exterior y en el rebote. Han pasado años desde que ofreciera su mejor nivel, pero sigue siendo un jugador muy interesante para muchas franquicias, como también ocurre con André Drummond. Víctor Oladipo también está saliendo en muchos rumores sobre un eventual traspaso. Sus lesiones en los últimos años lastran un poco su confianza en él, pero su talento está fuera de dudas. Al igual que el de Zach Lavine, un anotador compulsivo que podría ser tentado por alguna franquicia con aspiraciones que le sacara de unos Chicago Bulls aún en reconstrucción.
Blake Griffin y Derrick Rose podrían resistirse a tener un rol protagonista a nivel individual y de mentorización de jóvenes en unos Detroit Pistons que no parecen tener lo necesario para poder meterse en playoffs. Otro nombre ilustre que podría buscar protagonismo fuera de su franquicia habitual es Aaron Gordon, algo hastiado por la falta de ambición de Orlando Magic. Son muchos los equipos que suspirarían por hacerse con los servicios de un jugador cada vez más completo y competitivo.