
Golden State Warriors llega a la temporada 2021/22 con la ilusión de volver a playoffs y de intentar ser otra vez un equipo con aspiraciones a conseguir un título. Para ello cuentan con un Stephen Curry en un momento extraordinario y esperan poder contar desde Navidad con Klay Thompson. En el mercado se han movido mucho y, a priori, bien, pero hay 3 movimientos que pueden ser considerados un poco arriesgados y que en caso de salirles mal podrían acabar con sus aspiraciones de llegar lejos.
1. Jonathan Kuminga
Draftear a Jonathan Kuminga en el número 7 del draft fue un acierto. No vamos a dudarlo. Lo fue porque siempre fue considerado uno de los jugadores con mayor proyección de la clase del 21, pero eso no te garantiza el éxito. Es un jugador con unas evidentes fortalezas físicas, pero también a día de hoy con unas evidentes debilidades técnicas. No sabemos cuál va a ser su evolución. Evidentemente, si estuviera más hecho y no hubiera dudas sobre su futuro rendimiento NBA hubiera sido elegido en el top 5. Los Warriors han apostado por él, veremos cómo le sale la cosa.
2. Otto Porter
La llegada de Otto Porter Jr. como jugador importante es toda una incógnita. Es un jugador que en sus años en la NBA ha sido capaz de lo mejor y de lo peor, combinando excepcionales temporadas en los Wizards y Chicago unas últimas campañas horribles en los Bulls (que por eso lo traspasaron) y los Magic. Es importante que rinda a buen nivel para que el plan de Steve Kerr funcione. Total incógnita.
3. No firmar a un base
Ha sonado durante todo el mercado de agentes libres la posible incorporación de un base puro que acompañase en el back court a Stephen Curry durante la temporada. Sin embargo, los Warriors lo único que han hecho en esa posición es dejar marchar a Italia al prometedor Nico Mannion, largar a Brad Wanamaker e incorporar a un Avery Bradley que está en la cuesta final de su carrera. Nombres como los de Ricky Rubio llegaron a sonar, pero parece que los Warriors siguen pensando en jugar con Curry de 1 sin acompañamiento y con Draymond Green e Andre Iguodala distribuyendo juego (este último en la segunda unidad). Esta decisión de tener sólo a Jordan Poole como base suplente para Curry lo podrían acabar pagando a lo largo de la temporada.