
La facilidad con que Luka Doncic hace números mareantes puede hacer que el impacto mediático de sus actuaciones se reduzca, pero el esloveno siempre está ahí cuando se le necesita. Dallas Mavericks ha dado un golpe de efecto al ganar el quinto partido de su serie ante Oklahoma City Thunder y está a un partido de la final de la Conferencia Oeste.
Cuando hay jugadores capaces de crecerse ante la adversidad y ofrecer su mejor versión en situaciones límites, resulta evidente que están hechos de una pasta especial. Ese es el caso de un Luka Doncic que lleva jugando medio lesionado todos los playoffs NBA 2024, manteniendo un impacto numérico elevado y ayudando a su equipo en todo lo posible. Después de vivir situaciones difíciles de asumir en el cuarto partido, por las que fue muy criticado, el esloveno destapó el tarro de las esencias ante unos Thunder incapaces de frenar su talento.
Hacer un triple-doble en un partido de máxima tensión en postemporada es siempre meritorio, y más aún fuera de casa. Lo que hizo Luka Doncic en este encuentro se antoja la síntesis perfecta de lo que es como jugador. Un auténtico genio predestinado a ganar anillos, romper todo tipo de récords individuales y hacer historia en esta competición. Dallas Mavericks está a un solo triunfo de igualar su mejor registro desde que Luka aterrizó en la competición, y a partir de ahí, habría motivos de sobra para soñar.