Las razones por las que el All-Star Weekend de la NBA no interesa a nadie

El All-Star Weekend fue durante muchos años el mayor atractivo de la NBA muy por encima incluso de los playoffs y las Finales. Era el momento en el que todo el mundo podía disfrutar durante un par de días de los mejores jugadores de baloncesto del planeta cuando la liga se veía muy poco o directamente ni se veía. 

Eso ha cambiado. Hoy en día el aficionado que quiera puede ver TODOS los partidos de una temporada o de su equipo a través del League Pass y los mates y las canastas imposibles que antes sólo se veían en el Partido de las Estrellas hoy se pueden encontrar cada día en X, Youtube, Instagram o cualquier red social que te imagines al minuto.

Así, el All-Star ha tenido de tener sentido más allá de ser un producto que sigue vendiendo mucho en redes por las enormes críticas que recibe cada año porque, por mucho que se cambie de formato, no funciona. No hay competitividad ni va a haberla. Los jugadores no van a jugarse el físico justo antes de que comience la recta final de la campaña NBA y ganan tanta pasta que ningún premio económico sería lo suficientemente atractivo como para que cambiaran la dinámica.

Nadie (relevante) va al concurso de mates porque nadie quiere hacer el ridículo. Las redes pesan tanto que son claves en los comportamientos de unos jugadores que preferían estar de vacaciones y que sólo van por el orgullo que supone ser seleccionado entre los mejores, no por ir un finde a Auckland cuando tienes al resto de los compañeros en Cancún.

Muy complicado que siga adelante. En la NHL de hockey ya se ha cancelado y en la NFL de fútbol americano hace tiempo que el partido no se disputa y sólo hay paripé y concursos. En fin, que hablamos simplemente de cambio de tiempos y en éstos que nos ha tocado vivir el All-Star ha perdido su magia. Mejor una muerte a tiempo que seguir haciendo el ridículo en vida...