Cleveland Cavaliers arrasa a Miami Heat y ya está en segunda ronda

Con una ventaja de 39 puntos al descanso en un partido de eliminación, Donovan Mitchell lanzó un mensaje claro a sus compañeros en el vestuario: “Teníamos que terminar nuestro desayuno”. La frase del escolta de los Cleveland Cavaliers fue tan contundente como la paliza que su equipo propinó a los Miami Heat para cerrar con autoridad la serie de primera ronda de la Conferencia Este.

Cleveland dominó de principio a fin el cuarto partido, imponiéndose por 138-83 y completando una barrida 4-0 con una exhibición ofensiva y defensiva sin precedentes. En un encuentro en el que llegaron a liderar por 60 puntos y terminaron ganando por 55, los Cavaliers firmaron la mayor victoria en un partido de cierre de serie en la historia de los playoffs de la NBA. Además, los 92 puntos de diferencia sumados entre los partidos 3 y 4 representan la mayor brecha en una serie de dos partidos de postemporada, y los 122 puntos de diferencia total también son récord en una serie de cuatro encuentros.

“Espero que esto haya servido para que los jugadores crezcan, pero, caray, fue una lección de humildad”, declaró el entrenador de los Heat, Erik Spoelstra, tras sufrir la peor derrota de su carrera en 17 temporadas al frente del equipo.

Los Cavaliers, líderes del Este, no contaron por segundo partido consecutivo con el base All-Star Darius Garland debido a un esguince en un dedo del pie, pero volvieron a mostrar una profundidad formidable: seis jugadores anotaron en dobles dígitos por segundo encuentro consecutivo, diez encestaron al menos un triple y siete lo hicieron en al menos dos ocasiones. Cleveland terminó la serie con 22 triples más que Miami, reflejo de una diferencia abismal en eficacia.

El equipo también tenía motivaciones extra: querían evitar el desgaste que sufrieron la temporada pasada, cuando, tras adelantarse 2-0 ante Orlando, perdieron los siguientes dos partidos en Florida y acabaron jugando una agotadora serie de siete partidos, lo que los condicionó ante Boston en la siguiente ronda. Esta vez, el objetivo era claro: terminar cuanto antes para descansar, mientras Indiana se adelanta 3-1 frente a Milwaukee en su eliminatoria.

Mitchell, autor de 22 puntos, destacó la madurez del grupo. “El año pasado solo ganamos un partido de playoffs como visitantes. Desde que estoy aquí, solo habíamos ganado uno fuera de casa hasta esta temporada. No nos conformamos con estar 3-0; esto era una prueba para nosotros mismos”, explicó.

Para Miami, fue el cierre a una semana desastrosa. Tyler Herro, blanco constante de la estrategia defensiva de Cleveland, sufrió especialmente en los dos partidos en casa, donde le negaron constantemente el balón. Herro, que había declarado antes del tercer partido que echaba de menos a Jimmy Butler —quien dejó el equipo tras forzar un traspaso a Golden State—, firmó una actuación para el olvido en el cuarto encuentro: 1 de 10 en tiros y un -44 en pista, antes de ser retirado por Spoelstra en el tercer cuarto. “No hay excusas. Es embarazoso”, reconoció el escolta.

El momento más emotivo de la noche llegó antes del partido, cuando el pívot Tristan Thompson se fundió en un largo abrazo con su excompañero Kevin Love, cuyo padre, Stan Love, falleció recientemente a los 76 años tras una larga enfermedad. Love, ausente del equipo en las últimas semanas, fue compañero de Thompson durante seis años y parte del equipo campeón en 2016. “Le dije que ahora tiene un ángel guardián cuidando de él. Siempre será mi hermano, y solo quería estar allí para apoyarlo”, expresó Thompson, cuya madre falleció repentinamente hace dos años.