Los Memphis Grizzlies afrontaron su compromiso del domingo ante los Toronto Raptors sin su gran estrella, Ja Morant. El base fue apartado por una jornada después de un incidente interno ocurrido en el vestuario tras la derrota del viernes frente a Los Angeles Lakers. Según reveló Shams Charania, se trató de un choque directo entre el jugador y el entrenador jefe, Tuomas Iisalo, que ha encendido las alarmas dentro de la franquicia.
Tal y como adelantó el periodista en SportsCenter, el conflicto viene gestándose desde hace días, motivado por el descontento de Morant con ciertas decisiones de rotación y diseño ofensivo del técnico finlandés en su primera temporada al frente del equipo. La situación alcanzó su punto más crítico tras el último encuentro.
En el vestuario, Iisalo cuestionó abiertamente el liderazgo y el nivel de implicación de Morant frente a toda la plantilla y el staff técnico. La respuesta del jugador, considerada inapropiada y despectiva por la organización, derivó en una rápida reunión interna que culminó con la suspensión disciplinaria.

Hipótesis de traspaso en el horizonte
La discusión y el castigo inmediato han intensificado la vigilancia del resto de la liga sobre la situación. Charania asegura que múltiples franquicias están monitorizando la relación entre Morant y los Grizzlies, dejando entrever que podría convertirse en un potencial objetivo de traspaso si las tensiones no se alivian. La idea de recibir consultas por el jugador parece inevitable si el clima interno continúa deteriorándose.
No es la primera vez que Morant atraviesa problemas extradeportivos que lo apartan de la actividad. En 2023 fue sancionado con 33 partidos por incidentes relacionados con armas de fuego, y en la temporada posterior recibió otra multa por un episodio similar. A pesar de seguir siendo la imagen de la franquicia y la pieza central del proyecto deportivo, esta nueva situación plantea interrogantes sobre la sostenibilidad a largo plazo del vínculo entre ambas partes.
Memphis deberá ahora gestionar una encrucijada delicada: reconducir la relación y reafirmar el liderazgo interno, o prepararse para un escenario en el que el futuro de Morant como cara visible del equipo ya no sea una garantía.