Sonrojante y deleznable. Así fue el suceso que ocurrió en el último encuentro disputado entre Miami Heat y Denver Nuggets. La falta de Markieff Morris sobre Nikola Jokic desencadenó una tangana, diversas expulsiones y una serie de actos que poco favorecen al espectáculo, más allá de alguna broma que pueda resultar divertida.
En la mejor liga de baloncesto del planeta es inconcebible que una plantilla aguarde a la salida de los vestuarios a un jugador para agredirle o intimidarle, así como centrar una serie de tuits en su nuevo enemigo. Más baloncesto y menos polémicas.
Heat players were waiting in the hall for Nuggets players last night -- pic.twitter.com/UdInJbi0nr