Minnesota aplasta a unos Warriors que se hunden sin Stephen Curry

Golden State no pudo hacer nada en el Game 2 ante unos Timberwolves liderado por un Anthony Edwards de goma

Juan López | 09 Mayo 2025 | 08:44
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Anthony Edwards lideró a los Wolves en el Game 2.
Anthony Edwards lideró a los Wolves en el Game 2.

Antes de que Anthony Edwards y los Minnesota Timberwolves ganaran lo que él mismo describió como “el partido más importante de nuestras carreras” al derrotar el jueves a los Golden State Warriors por 117-93 e igualar la semifinal del Oeste 1-1, su tobillo izquierdo dio el mayor susto de la temporada a los aficionados del equipo.

Edwards, que ya arrastraba molestias por una lesión en el tobillo sufrida en el cuarto partido de la primera ronda ante los Lakers, tuvo que abandonar el encuentro a mediados del segundo cuarto tras recaer. El pívot de los Warriors, Trayce Jackson-Davis, le cayó accidentalmente sobre el tobillo tras taponarle un intento de entrada a canasta con 6:03 por jugarse en el segundo cuarto.

Mientras la jugada continuaba en la otra mitad de la cancha, Edwards permanecía tendido en el suelo. El pívot Rudy Gobert cometió una falta sobre Jimmy Butler para detener el partido, y los Timberwolves pidieron tiempo muerto con 5:56 restantes y una ventaja de 37-19.

Jaden McDaniels ingresó en lugar de Edwards, quien se retiró hacia el vestuario por el túnel opuesto al banquillo de Minnesota, asistido por el personal médico del equipo. El entrenador Chris Finch confesó después del partido que temía lo peor: “Sinceramente, pensaba que no lo veríamos volver a jugar esta noche”.

A pesar de la baja momentánea de su estrella, Minnesota mantuvo el control del encuentro, y los Warriors apenas lograron reducir la desventaja de 18 a 17 puntos al descanso, gracias a nueve puntos de Julius Randle en el segundo cuarto.

En los vestuarios, Edwards fue atendido por David Hines, vicepresidente de operaciones médicas del equipo, quien le sometió a distintas pruebas en el tobillo. A pesar de seguir recibiendo tratamiento desde la serie contra los Lakers, el jugador mostró mejoría tras los primeros movimientos. “Cuando llegamos al tercer movimiento pensé: ‘Ya empieza a sentirse bien. Si lo vendamos, probaré a ver cómo responde’”, explicó Edwards, que agradeció el trabajo de Hines.

Con 23 años, Edwards volvió a la cancha y mejoró su rendimiento tras la lesión: anotó 13 de sus 20 puntos en la segunda mitad, con una efectividad de 4 de 6 en tiros, además de capturar cinco rebotes, repartir cinco asistencias, robar tres balones y colocar un tapón. Terminó el partido con el mejor plus-minus del equipo (+21) en 34 minutos, recibiendo elogios unánimes por su esfuerzo.

“Mi chico tiene un tobillo inmortal”, bromeó Josh Minott mientras Edwards comenzaba su entrevista postpartido. Julius Randle también lo elogió: “Es una de las personas más resilientes que conozco. Nunca se pierde un partido. Con todo lo que le hacen los rivales para frenarlo, siempre está ahí. Es como Ironman… o mejor, como Wolverine. Se lesiona, desaparece un rato y vuelve a jugar como si nada. Es lo que hace”.

Los elogios se volvieron casi legendarios mientras Edwards sumaba otro capítulo a su incipiente legado, ayudando a los Timberwolves a evitar un 0-2 ante un equipo con más experiencia como Golden State. “Siempre encuentra la forma”, afirmó Nickeil Alexander-Walker, quien aportó 20 puntos desde el banquillo. “Si Ant no juega, es porque está casi muerto”. McDaniels fue más gráfico: “Tendrían que cortarle la pierna para que salga del partido”.

Edwards, sin embargo, fue autocrítico y recordó una jugada del tercer cuarto en la que debió haber machacado un alley-oop de Randle, pero solo pudo encestar con una bandeja porque no logró saltar lo suficiente. También se reprochó su falta de acierto cerca del aro, tras firmar 2 de 4 en triples y solo 4 de 9 en tiros de dos.

“Me están dejando llegar al aro y no estoy finalizando. Es raro. Tengo que volver a trabajar en mis entradas y dejar de enfocarme tanto en el triple, porque ni siquiera me están dejando tirarlos”, reconoció.

Edwards aseguró que estará en el tercer partido de la serie, que se disputará el sábado en San Francisco, con la posibilidad de ponerse en ventaja ante unos Warriors que no contarán con Stephen Curry, lesionado del isquiotibial izquierdo. “Esa torcedura fue una locura”, dijo. “Pero estaré bien”.