A pesar de los crecientes rumores de las últimas semanas, en las oficinas de Minnesota insisten en que no están buscando una salida en modo de traspaso a Ricky Rubio. El base español comenzará a cobrar esta temporada los 55 millones de su nuevo contrato por cuatro años y desde la franquicia han confirmado que el jugador es una pieza importante de su joven e ilusionante proyecto. En unas palabras para Associated Press, el General Manager de los Wolves Milt Newton ha declarado que nunca han existido negociaciones con otros equipos ante un posible traspaso.
Wolves GM Milt Newton tells AP that Rubio "is an integral part of our team" and "one of the best facilitators in the NBA."
— Jon Krawczynski (@APkrawczynski) septiembre 25, 2015
De este modo, el directivo de los Timberwolves quiso salir al paso del informe publicado por The Boston Globe el pasado mes de agosto que sugería que en los despachos del equipo estaban meditando el traspaso de Rubio a causa de la impaciencia y preocupación que había creado por su poca mejoría e historial con las lesiones durante las últimas campañas.
Ricky, quien cumple 25 años a finales del próximo mes, tan solo pudo disputar 22 partidos el pasado curso a causa de una grave lesión de tobillo que lo mantuvo en el dique seco tres meses y que, posteriormente, no le permitiría afrontar las últimas semanas de competición.
A pesar de todo ello, en Minnesota han vuelto a confirmar una postura inamovible en torno a la confianza depositada en él. Ahora, Rubio, quien ha reiterado su deseo e ilusión por ayudar al equipo a entrar en Playoffs, debe dar paso un adelante y ratificar su condición como uno de los líderes de la plantilla junto a Kevin Garnett. Su status de exquisito y funcional asistente y buen defensor se mantiene inalterable y solo le falta mejorar su efectividad de cara a canasta para terminar de asentarse como una figura importante de la liga. Jugar junto a prometedoras figuras como Andrew Wiggins, Karl-Anthony Towns y Shabazz Muhammad, le ayudará a desarrollar su potencial en un estilo de juego que le viene como anillo al dedo.