
Con el mal sabor de boca todavía presente por la decepción de no poder alcanzar los Playoffs el pasado curso, es comprensible que gran parte de la afición de Miami se muestre cautelosa a tan solo nueve días del comienzo de la temporada regular. No ayuda, por otro lado, que el equipo presente una marca de tan solo una victoria y cuatro derrotas en pretemporada.
Pero la realidad es que hay mucho por lo que sentirse satisfechos. El impacto tras perder a LeBron James ha desaparecido completamente. Atrás han quedado los días en los que los aficionados de la franquicia de Florida lamentaban la salida de su principal estrella rumbo a Cleveland. De nuevo, los Heat vuelven a tener un efectivo 'Big Three'.
Tras recuperarse de su grave problema pulmonar, Chris Bosh ha regresado a un buen nivel, promediando 13.6 puntos, 5.6 rebotes y 2.3 asistencias en 23 minutos por encuentro en pretemporada. Goran Dragic iniciará su primera temporada en Miami tras renovar este verano y Hassan Whiteside exigirá el sitio que le corresponde en la competición tras su espectacular irrupción. Por su parte, Dwyane Wade querrá demostrar que sigue siendo uno de los mejores escoltas de liga a pesar de su preocupante historial de lesiones durante los últimos años. Pero, en realidad, hay mucho más.
En las oficinas de South Beach estarán muy pendientes de la evolución de dos de sus mayores promesas y talentos de futuro, Justise Winslow y Josh Richardson, llamados a realizar el relevo generacional de los pesos pesados de la plantilla a lo largo de los próximos años.
Winslow, formado en la Universidad de Duke, puede convertirse en uno de los grandes robos del Draft tras haber caído a la décima posición, donde los Heat no dudaron ni un momento en hacerse con una de las mayores promesas de la promoción. Una fuerza de la naturaleza aún por pulir que destaca por su defensa, atletismo y lanzamiento exterior que ya ha dejado su sello en pretemporada, incluyendo un doble-doble de 12 puntos y 10 rebotes en el duelo ante Orlando. Junto a Luol Deng, los Heat podrán presumir de tener bien cubierto un puesto de '3' donde han reunido a la perfección veteranía y juventud.
Por su parte, Richardson carece del privilegiado físico de su compañero pero su mayor inclinación al juego ofensivo le hará convertirse en una pieza igual de importante. Con un Wade en clara decadencia que tendrá que limitar notablemente sus minutos para mantenerse sano a lo largo del año, el joven escolta de la Universidad de Tennessee tiene toda las papeletas para asentarse como un pilar importante de la segunda unidad de los Heat. En su último año universitario promedió 16.0 puntos y 4.5 rebotes y fue incluido en el primer equipo All-SEC. Curiosamente, su mejor partido de preparación también fue ante los Magic, donde sumó 18 puntos.
Lo mejor de todo una la versatilidad que les permite intercambiar sus posiciones en función de las exigencias del guión. Aunque sus roles están más orientados a jugar de '3' (Winslow) y '2' (Richardson), en diversos momentos, tanto de pretemporada como en la universidad, se les ha podido ver ocupar otras posiciones en el esquema exterior del equipo, algo que vendrá a las mil maravillas a un equipo donde sus principales referentes no están ya para superar los 34 minutos por noche durante toda una temporada a 82 partidos.