
Los Houston Rockets dieron inicio a la temporada de una manera sorprendente y decepcionante después de registrar tres derrotas consecutivas por 20 puntos de diferencia ante Denver, Golden State y Miami. Por su parte, James Harden promedió 18.0 puntos en estos tres duelos con unos paupérrimos porcentajes que ascendieron hasta el 22.2% en tiros de campo y el 9.4% desde el perímetro. Por suerte, las aguas volvieron a su cauce en el partido ante Oklahoma City.
El escolta sumó 37 puntos ante los Thunder después de una espectacular remontada de 20 puntos en el último cuarto, cuando todo apuntaba a una nueva y sonrojante derrota. Además, Harden incrementó notablemente sus prestaciones y su efectividad aumentó hasta el 46.2% en tiros de campo tras anotar 12 de los 26 lanzamientos intentados.
Después de su primera exhibición de la temporada, el escolta ha vuelto a recuperar la confianza y quiso restar importancia a su pequeña crisis ofensiva. "Todos los grandes tiradores pasan por pequeñas sequías", declaró el jugador en una entrevista al Houston Chronicle. "La mía ha sido terrible, lo admito. Pero va a cambiar. Encadenaré cinco, seis o diez partidos consecutivos a un gran nivel y todo volverá a la calma."
Harden, quien concluyó en segunda posición en las votaciones para el MVP la pasada temporada, intentará superar su peor racha anotadora desde que aterrizó en Houston en 2012. Por el momento, sus 37 puntos ante los Thunder se han convertido en el primer aviso. Sus promedios en los cuatros partidos que ha disputado hasta el momento alcanzan, aún así, los 22.8 puntos, 6.0 rebotes y 5.3 asistencias.