Los Cavaliers se dejan el liderato del Este en su visita a New Orleans

Los aficionados presentes en el Smoothie King Center de New Orleans fueron testigos del partido más trepidante e intenso de la jornada de viernes en la NBA.

En el se dieron cita dos de los mejores jugadores de la competición en la actualidad: LeBron James, dominador de la liga durante la última década, y Anthony Davis, jugador llamado a continuar el legado durante los próximos años.

A pesar de la nefasta racha de resultados por la que pasan, en esta ocasión, la moneda salió cara para los intereses de los Pelicans, quienes lograron una importante victoria (108-114) en su feudo, eso si, tras una prórroga. No obstante, la balanza pudo fácilmente decantarse del lado de Cleveland.

La franquicia de Ohio a punto estuvo de culminar la remontada en un último cuarto en el que LeBron James, con 23 puntos en este periodo, consiguió una mayor anotación que toda la plantilla de los Pelicans juntos (21). El alero, que concluyó el partido con unos números cercanos al triple-doble (37 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias) tuvo en sus manos el lanzamiento con el que pudo dar la 14ª victoria de la temporada a su equipo, pero no entró. Acusando el desgaste físico de los últimos minutos, los Cavaliers fueron barridos por New Orleans en el tiempo extra con un letal Anthony Davis (31 puntos y 12 rebotes).

Con esta derrota, los Cavaliers pierden el liderato del Este a favor de los Chicago Bulls, en una conferencia de máxima competitividad e igualdad en este primer mes y medio de competición que se traduce en el siguiente dato: sin tener en cuenta los partidos totales, solo una victoria separa a los propios Bulls (11), del undécimo clasificado, New York Knicks, con diez.