
Se acercan meses de mucha actividad en los despachos de Oklahoma City Thunder. Tras alcanzar las finales de la Conferencia Oeste y quedarse a un sólo triunfo de las Finales de la NBA, la franquicia tiene que buscar la manera de seguir con este bloque que parece ir por el buen camino en su objetivo de lograr un anillo. Y el primer paso para lograrlo es conseguir renovar a Kevin Durant.
El alero va a ser el gran nombre de la agencia libre este verano. Y su futuro a día de hoy parece una incógnita, aunque en Oklahoma son optimistas y piensan que hay más opciones de que renueve a de que se marche a otro equipo. En las últimas horas ha cogido bastante fuerza la opción de que Durant renueve por una sola temporada, con el objetivo de buscar el gran contrato en el verano de 2017. Esa opción conlleva sus riesgos, ya que en 2017 hay que firmar un nuevo convenio colectivo y no es seguro que las condiciones para los jugadores vayan a ser similares a las actuales. Además, no hay que olvidar la posibilidad de que Durant sufra una lesión grave. KD debe decidir entre sacrificio económico o seguridad financiera. Y hasta que no se sepa que pasa con Durant, Oklahoma no puede dar ningún paso más.
Otro de los temas a resolver por parte de los Thunder este verano es el de Dion Waiters, que va a ser agente libre restringido. El escolta ha demostrado en estos cuatro años en la NBA que tiene calidad, pero lo ha hecho de manera muy inconsistente. Ahora, parece haber encontrado su papel ideal saliendo desde el banquillo de los Thunder, y las dos partes parecen interesadas en extender su vinculación. Eso sí, las negociaciones se prevén duras, ya que Waiters pedirá una buena cantidad de dinero y los Thunder intentarán no hipotecar más espacio salarial del necesario.
Por último, Oklahoma debe empezar a preocuparse por las situaciones de Steven Adams y Andrew Robertson, dos jugadores que han crecido mucho esta temporada, especialmente en los playoffs. Ambos van a entrar en el último año de sus contratos de rookie y tienen hasta el 31 de octubre para firmar una extensión del contrato. Si no lo hacen, la franquicia podrá ejercer la opción para el quinto año (7,5 millones para Adams y 5,4 para Robertson), algo que parece agradar a los Thunder, ya que pasaría el problema al verano de 2018 y les dejaría más margen de maniobra para el 2017 ante lo que pueda suceder.
Por lo tanto, el puzzle de los futuros Thunder se resolverá en las próximas semanas. El cómo vaya a ser ese futuro dependerá de como se resuelva la pieza central, la de Kevin Durant.