Todos los años hay un jugador europeo que apunta alto en el Draft y en este Draft 2016 ese es Dragan Bender. El croata es el mejor exponente de la generación de 1997 en el Viejo Continente y en la NBA le llevan siguiendo varios años, por lo que son perfectamente conscientes de su tremendo potencial.
Dragan Bender responde al prototipo de hombres altos europeos que cada vez gustan más en la NBA, lo que hace que sea muy bien visto por los ojeadores de cara al Draft 2016. Mide 2,15 metros y pese a esa altura es un jugador con una enorme coordinación y bastante rápido, lo que le permite correr la pista con bastante frecuencia cuando rebotea.
En estos últimos años ha demostrado también una importante mejora en su tiro exterior. De apenas lanzar en categorías inferiores a hacerlo ahora con más frecuencia y con mucho mejor porcentaje de acierto, como demuestra el 36,9% que ha firmado este año en la liga israelí. Y eso es algo que gusta mucho en la NBA, ya que cada vez se le exige mejor lanzamiento exterior a los hombres grandes.
Otra de las grandes virtudes de Dragan Bender es su buena lectura de las diferentes situaciones del juego, algo muy habitual en los jugadores formados en Europa. Sabe cuando tiene que correr el contraataque, cuando tiene que atacar desde el exterior y también cuando postear, ya sea para finalizar o para repartir desde ahí el juego.
En el aspecto defensivo su envergadura es un importante aliado, ya que le convierte en un muy buen taponador. Pese a apenas haber jugado esta temporada, casi ha promediado 1 tapón por partido, y en 2013, en el Torneo Junior de Hospitalet se fue hasta los 2,75 por partido.
Por contra, hay varios aspectos en los que Bender va a tener que evolucionar mucho antes de triunfar en la NBA. Para empezar, va a tener que centrarse en aumentar su físico, ya que es muy frágil en los contactos. De hecho, pese a medir 2,15 tan sólo pesa 102 kilogramos. Si no lo consigue, va a sufrir mucho en la pintura ante los jugadores más potentes físicamente.
Otra de las grandes dudas viene derivado de su fragilidad física. Por altura debería moverse en el puesto de ala-pívot o incluso de pívot, pero su poca fuerza le convierte en un alero, por lo que esa indefinición en cuanto a su posición puede restarle puntos de cara al Draft 2016.
En defensa también debe mejorar mucho, ya que sus movimientos laterales son algo torpes y sus conceptos defensivos a nivel global no están nada desarrollados. Aunque en ocasiones suple esos defectos gracias a los tapones, la mayoría de las veces resta más de lo que suma.
Así, que con Dragan Bender nos encontramos ante un diamante por pulir, ya que tiene muchas cualidades pero todavía está muy verde. Y ya sabemos que los melones sin abrir pueden salir o muy buenos o muy malos, y eso es a lo que se tiene que arriesgar el equipo que decida apostar por el croata.