Stephen Curry, un MVP empequeñecido en Las Finales

Stephen Curry, elegido como el primer MVP unánime de toda la historia de la NBA, estaba señalado por todos los focos en estas Finales NBA y su rendimiento ha sido una verdadera decepción. Puede ser que haya llegado físicamente tocado, pero eso no es excusa. Su rendimiento y su aura de chico milagro han quedado muy tocados y ha salido como claro perdedor del duelo frente a LeBron James, coronado como el verdadero Rey de la NBA.

Lo cierto es que si nos quedamos única y exclusivamente en los números de Stephen Curry en estas Finales NBA, uno puede pensar que no ha estado mal del todo. Ha firmado 22,6 puntos, 4,9 rebotes, 3,7 asistencias y un 40% de acierto desde el triple. Por debajo de sus números habituales pero tampoco han sido calamitosos.

Pero más allá de esos números, especialmente ha quedado en entredicho su capacidad de liderazgo. En los momentos decisivos se le ha visto totalmente superado, incapaz de llevar el ritmo del partido e incluso firmando varios airballs desde el triple. Algo indigno del que se supone que es el mejor jugador de la NBA. Se podría decir que ha bajado mínimo un escalón su estatus de jugador.

Porque en estas Finales NBA se ha demostrado que el que sigue siendo el dominador y el mejor jugador del planeta es LeBron James. Se presentó este duelo entre Cleveland Cavaliers y Golden State Warriors como un cara a cara entre los dos mejores jugadores del planeta y ese duelo se lo ha llevado por KO técnico LeBron James.

Lo cierto es que Stephen Curry se ha visto también superado claramente por Kyrie Irving en su cara a cara particular. El base de Cleveland Cavaliers dio varios pasos al frente a partir del cuarto partido y ha sido decisivo en los momentos de la verdad, algo de lo que no puede presumir Curry.

Y lo peor para Stephen Curry es que su rendimiento baja mucho cuando hay un título en juego. Es ahí donde un MVP debería dar el do de pecho, pero él no lo está logrando. No lo ha hecho en Las Finales de este año y tampoco lo hizo en las del año pasado, donde el rendimiento de los secundarios de Golden State Warriors, especialmente de Iguodala, fue la clave para el título.

No va a ser un servidor el que reste méritos a todo lo conseguido por Stephen Curry, porque está ahí y sin ninguna duda lo tiene. Pero para ser considerado un jugador histórico, parte del Olimpo de la NBA, va a tener que empezar a rendir en los momentos de la verdad.