La salida de Rose es el fin de una era en Chicago Bulls

Repasamos como ha sido la trayectoria conjunta de Derick Rose y Chicago Bulls desde que llegara al equipo en el Draft de 2008.

Iñaki González | 23 Jun 2016 | 13:41
facebook twitter instagram Comentarios
BlogdeBasket, baloncesto en estado puro
BlogdeBasket, baloncesto en estado puro

No por ser esperado deja de sorprender el traspaso de Derrick Rose a New York Knicks. El base ha sido el gran icono que han tenido los Chicago Bulls desde Michael Jordan y pese a que las lesiones le cortaron de raíz su juego, nadie puede discutir todo lo que ha supuesto Rose para la franquicia de Illinois. Por eso, queremos repasar como ha sido toda su trayectoria, y lo que supone su salida: el fin de una era en los Chicago Bulls.

SU LLEGADA

En aquella lotería del Draft de 2008 Chicago Bulls tenía únicamente un 1,7% de posibilidades de que le tocara el número 1 del Draft y el destino quiso que así fuera. Ese año no había dudas de que se iba a elegir en el primer puesto a Derrick Rose, un joven que había nacido 19 años antes en Chicago y que había maravillado en la Universidad de Memphis. Como decíamos, el destino quiso que jugara en su ciudad natal, que se convirtiese en el nuevo héroe local.

Y desde el primero momento se vio que iba a ser una gran relación. En su año de novato firmó unos números de 16,8 puntos, 6,3 asistencias y 3,9 rebotes, que le sirvieron para ser nombrado Rookie del año, por delante de jugadores como Russell Westbrook o Kevin Love.

Además, fue clave para llevar a Chicago Bulls a un récord de 41-41 y clasificarse para playoffs. Y aunque fueron eliminados en primera ronda por Boston Celtics, Derrick Rose firmó un debut espectacular para un novato, al anotar 36 puntos, algo que solo ha logrado Kareem Abdul-Jabbar.

ASCENSO A LA CIMA DE LA NBA

Si lo de su primer año fue magnífico, lo que vino después lo fue aún más. En su segunda temporada en la NBA subió sus números hasta los 20,8 puntos, 6 asistencias y 3,8 rebotes, logrando ser el primer jugador de Chicago Bulls en ser All Star desde que lo hiciese Michael Jordan en 1998. El equipo volvió a meterse en playoffs, aunque de nuevo fueron eliminados en primera ronda, esta vez a manos de los Cavs de LeBron James.

Pero el gran momento de su carrera llegó en la siguiente campaña. Chicago apostó por Tom Thibodeau de entrenador y se reforzó con jugadores como Carlos Boozer. Y Derrick Rose dio varios pasos más al frente y se convirtió en el gran líder de un equipo que firmó el mejor récord de toda la NBA ese año, con un 62-20. Sus números fueron de 25 puntos, 7,7 asistencias y 4,1 rebotes.

Y su gran temporada fue premiada con el MVP, superando en la votación a dos estrellas como LeBron James y Dwight Howard. De esta manera, Derrick Rose se convertía con 22 años en el jugador más joven en lograr el MVP en toda la historia de la NBA.

La fiesta esa temporada no pudo ser completa, ya que Chicago Bulls fue eliminado en las Finales de Conferencia contra Miami Heat, donde estaba LeBron James, su bestia negra.

LAS GRAVES LESIONES

Su gran progresión y rendimiento, llevaron a Chicago Bulls a firmar a Derrick Rose un contrato de superestrella. Cinco años por el máximo permitido, dejando claro que le veían como el líder del proyecto. Y Rose respondió a esa confianza y volvió a dirigir a Chicago Bulls a los playoffs con un récord de 50-16 (fue la campaña del último lockout), el mejor de la liga junto con el de San Antonio Spurs.

Pero en el primer partido de playoffs, contra Philadelphia 76ers, todo se torció. Derrick Rose llevaba un triple-doble y la victoria de los Bulls estaba asegurada. Faltaba apenas un minuto por jugar y la ventaja era de 12 puntos. Aun así, Thibodeau mantuvo en pista a Rose y este cayó lesionado el solo. Desde el principio se vio que podía ser algo grave.

El diagnóstico fue una rotura de ligamentos y se estimó un tiempo de recuperación de entre 8 y 12 meses. Derrick Rose no pudo jugar en toda la temporada 2012-13, aunque Chicago logró meterse de nuevo en los playoffs, donde fueron eliminados de nuevo por Miami Heat.

Derrick Rose regresó a la temporada siguiente y lo hizo con mucha ilusión y asegurando que podía saltar más que antes de la lesión. Y así lo pareció cuando en el tercer partido anotó la canasta ganadora para Chicago Bulls.

Pero no fue más que un espejismo. Al mes Derrick Rose volvió a lesionarse, esta vez rompiéndose el menisco. De nuevo se perdía lo que restaba de temporada y su futuro empezaba a verse muy negro por culpa de tantas lesiones.

EL TRASPASO

Esa segunda lesión fue la clave para entender todo lo sucedido alrededor de Derrick Rose. El jugador seguía teniendo muchos fans que le defendían, pero poco a poco se empezaron a cansar. Sus constantes lesiones solo le han permitido jugar 127 partidos en tres temporadas, y su rendimiento no ha vuelto a ser el mismo. Chicago Bulls apostó por el con ese contrato, pero su rendimiento ya no se corresponde a lo que cobra.

Y además, para acabar de poner la puntilla a la situación, apareció la figura de Jimmy Butler, que se ha convertido en el nuevo ídolo de la afición y en el líder natural de Chicago Bulls.

Por eso, el traspaso de Derrick Rose era algo cantado y casi inevitable. Él solo tiene 27 años y todavía puede recuperar parte de su nivel, pero Chicago no parecía ya el sitio adecuado. Y por su parte, la franquicia puede empezar a construir un nuevo proyecto de futuro sin la losa sentimental y económica que suponía Derrick Rose.