
En la NBA se ha alcanzado el ecuador de la temporada 2016-17, y por eso ahora toca repasar como ha ido la campaña hasta el momento y ver lo que se puede esperar hasta el final. Y seguimos ese repaso con el turno de la División Pacífico, en la que Golden State Warriors, el mejor equipo de la NBA, y Los Angeles Clippers están en playoffs mientras que Sacramento Kings, Phoenix Suns y Los Angeles Lakers aspiran como mucho al octavo puesto.
GOLDEN STATE WARRIORS:
Con el fichaje de Kevin Durant el pasado verano pasaron automáticamente a ser los grandes favoritos para ganar el campeonato, y por lo visto hasta el momento están cumpliendo con ese papel. El potencial de los de Steve Kerr es realmente tremendo y si están a su nivel parece difícil que no recuperen el anillo que Cleveland Cavaliers les arrebató el año pasado.
Tras la llegada de Kevin Durant surgieron dudas de si tanta estrella iba a ser capaz de convivir con la misma camiseta en la cancha y en el vestuario, pero a día de hoy se puede decir que sí lo hacen. KD se ha acoplado a la perfección y los gallos que ya había en el corral, especialmente Stephen Curry, han cedido parte de su protagonismo por el bien del equipo.
Los Golden State Warriors han sabido hasta el momento encontrar el equilibrio perfecto y lo normal es que vayan aún a más con el paso de los partidos y cuando lleguen los momentos importantes. Sin duda siguen siendo los grandes favoritos.
Lo mejor: Cuando Stephen Curry, Kevin Durant, Klay Thompson y Draymond Green ponen la velocidad de crucero es una verdadera gozada el ver jugar a los Golden State Warriors. Ese buen rollo que hay en el equipo es una de las mejores noticias para ellos...y de las peores para los demás.
Lo peor: La falta de rotación interior les puede suponer un problema cuando se midan a pívots decisivos. La otra gran duda está en saber si el banquillo va a responder cuando lleguen los playoffs, ya que en esos momentos pueden echar de menos algunas piezas.
LOS ANGELES CLIPPERS:
Los de Doc Rivers empezaron la temporada a un nivel espectacular y se plantaron con un balance de 15-2 a finales de noviembre, lo que hacía pensar en ellos como una alternativa seria a los Golden State Warriors en el Oeste.
Pero a partir de ese momento empezaron a torcerse las cosas. Los resultados ya no eran tan buenos, y a eso se ha unido una serie de lesiones como las de Blake Griffin y Chris Paul, las dos grandes estrellas del equipo. Pese a todo siguen estando en la cuarta posición del Oeste y su presencia en los playoffs es segura.
Si la suerte les acompaña en lo que resta de temporada y las lesiones no les castigan como hasta ahora y como en temporadas anteriores, Doc Rivers y compañía pueden aspirar a estar en la Final de la Conferencia Oeste. Pero si no parece difícil que su aventura vaya más allá de las semifinales.
Lo mejor: En el inicio de temporada demostraron que son un equipo que puede estar a un gran nivel, y competir con cualquiera por llegar a las Finales del Oeste. A priori el cupo de mala suerte lo han cumplido en estos meses...aunque tratándose de los Clippers no se puede asegurar nada.
Lo peor: La mala suerte que han tenido con las lesiones, que han golpeado a sus dos principales jugadores, es decir Paul y Griffin. También es preocupante los síntomas que han mostrado de ser un equipo con facilidad a la hora de irse de los partidos.
SACRAMENTO KINGS:
En la capital californiana llevan varias temporadas sin tener un proyecto consistente, y este año, tal y como era de esperar, esa premisa se está volviendo a cumplir. Y con esos ingredientes es difícil aspirar a algo más que rascar ese octavo puesto que tan barato está este año en el Oeste.
Es el equipo de DeMarcus Cousins y el pívot, en lo deportivo, está cumpliendo, ya que su temporada en cuanto a números es magnífica. De todas maneras su fragilidad mental hace que su liderazgo en el equipo no sea todo lo sano que debería.
Lo dicho, pueden aspirar a cazar esa octava posición que ahora mismo está en manos de los Denver Nuggets, pero nada más allá de eso. Y lo peor es que no se sabe la dirección que va a tomar el equipo en el futuro.
Lo mejor: El gran nivel que está demostrando DeMarcus Cousins, con unos promedios de 28 puntos, 10,2 rebotes y 4,4 asistencias, es a lo único que se pueden agarrar en la capital californiana. Eso sí, queda la incógnita de saber donde estaría el ex de Kentucky si tuviese la cabeza mejor amueblada.
Lo peor: El rumbo que lleva el equipo, o mejor dicho la falta de rumbo. No hay proyecto alguno y no se atisba que eso vaya a cambiar. Otro aspecto muy malo es la lesión de Rudy Gay, lo que va a hacer su traspaso prácticamente inviable y que lo pierdan este verano sin recibir nada a cambio.
PHOENIX SUNS:
Pocas o ninguna eran las esperanzas en Arizona para esta temporada, por lo que ir a estas alturas con un récord de 15-31 no se puede considerar ni una sorpresa ni una decepción. El objetivo de la franquicia debe ser el de definir el camino a seguir para los próximos años.
Para lo que si ha servido estos primeros meses de temporada es para comprobar que hay un jugador sobre el que empezar a construir el proyecto, y ese es Devin Booker. En su segunda temporada como profesional está dejando claro que va camino del estrellato en la NBA.
Si son capaces de enganchar una buena serie de resultado podrían soñar con ocupar la octava plaza del Oeste, aunque a día de hoy parece difícil el verles como candidatos serios.
Lo mejor: Ver que hay mimbres dentro de la plantilla para construir un proyecto ganador. Devin Booker (20,7 puntos) debe ser el jugador franquicia, y luego hay otros nombres como el de Marquese Chriss o Dragan Bender al que se les ve mucho potencial, aunque todavía están bastante verdes.
Lo peor: En Arizona están ahora mismo en una difícil tesitura y esa es la de dejar irse en la clasificación de cara al Draft o seguir peleando por el octavo puesto. De lo que pase antes del All Star dependerá mucho la decisión.
LOS ANGELES LAKERS:
Ilusión. Esa es la palabra con la que se podría definir el inicio de temporada de Los Angeles Lakers, que parecía que de la mano del debutante entrenador jefe Luke Walton habían encontrado la fórmula perfecta para el equipo. Cerraron el mes de noviembre con un balance de 10-10, algo muy meritorio para un equipo como ellos.
Pero desde entonces el globo de Los Angeles Lakers no ha hecho más que desinflarse, hasta el punto de que a día de hoy es el peor equipo de la Conferencia Oeste con un récord de 16-34 (balance de 6-24 en diciembre y enero), por lo que sus aspiraciones este año son nulas.
Lo mejor: Los brotes verdes que se vieron a principio de temporada y el hecho de tener una base joven que sólo puede ir a más con jugadores como Brandon Ingram, Julius Randle o D´Angelo Russell.
Lo peor: Para un equipo con la solera que tienen los de amarillo y púrpura, tantas temporadas seguidas tan malas y sin aspirar a nada, es algo muy duro, y que puede hacer que el público empiece a perder la paciencia.