
LaMar Odom ya está totalmente rehabilitado, o al menos eso es lo que él dice. El ex jugador de la NBA, que fue el nombre masculino más buscado en Google en todo 2015, ha roto su silencio en una entrevista con The Players Tribune en la que ha repasado como fue su caída a los infiernos y sin olvidarlo, quiere enterrar un pasado lleno de problemas con las drogas.
El ex de Lakers, Heat, Clippers y Mavericks recuerda cómo tocó fondo en 2015, cuando estuvo a punto de perder la vida en un burdel de Las Vegas donde un cóctel de drogas casi le mata tras varios días de fiesta y desenfreno. A pesar de que después ha tenido pequeñas recaídas, parece que ahora afronta una nueva etapa de su vida, alejado de todos los vicios que precipitaron el final de su carrera antes de tiempo.
"Pienso en toda la mierda con la que traté durante esos años. Todas las veces que recaí, me levanté y volví a recaer. Usando las drogas todos los días y tratando de ocultarlo. Aunque son hechos que no están a la luz pública, si lo están a ojos de Dios".
Odom reconoce que usaba la cocaína a diario hasta que a mediados de octubre de 2015 un cóctel de varias sustancias le dejó en coma durante varios días, con más probabilidades de irse a la tumba que de volver a despertar.
"Estaba en el hospital rodeado de gente llorando, conectado a todas esas máquinas. Recuerdo que pensé que Dios me hablaba y me decía que bajara una marcha o todo se acabaría"
El ex jugador asegura que su hija Destiny ha sido su mayor apoyo en la rehabilitación. Su promesa de seguir el tratamiento le ha mantenido limpio durante estos meses, aunque reconoce que la tentación sigue ahí;
"Es una lucha cotidiana. Siempre voy a ser adicto, pero ahora solo quiero estar bien porque quiero estar aquí para mis hijos".