
Philadelphia recibe este sábado la eliminatoria entre Sixers y Boston que marcha 2-0 a favor de los Celtics. Ni los más optimistas creían que este resultado pudiera darse en los dos partidos disputados en el Garden, por lo que a continuación analizaremos algunas de las claves para el optimismo de los Sixers.
El dato estadístico más llamativo en los Sixers es la cantidad de puntos anotados por partido en los siete partidos que llevan disputados hasta ahora. Mientras que en los cinco encuentros contra Miami Heat su media superaba los 114 puntos, en los dos encuentros disputados en Boston, las cifras bajan hasta los 102 puntos. Los Celtics por su parte, han incrementado su media desde los 102 puntos que promediaron en la serie contra los Bucks, hasta los 112 que transforman de media contra Philadelphia.
Deben mejorar además en la elección de tiros. En la última derrota, Saric y Embiid se combinaron para 35 lanzamientos de los que convirtieron únicamente 12 (34%). Seis de esos lanzamientos fueron triples intentados por el camerunés, de los cuales solo convirtió uno. Pueden tomar ejemplo de JJ Redick, el único que supera el 50% de acierto en la serie.
Ben Simmons, además de no comparecer en el segundo partido y ser un lastre para su equipo con un -23 cuando estaba en pista, debe dar un paso al frente y, además de volver a sus cifras del primer partido, hacer partícipes a sus compañeros y controlar el ritmo de partido. Esto último fue clave para que los Celtics remontaran una diferencia de 22 puntos a los Sixers poco antes de llegar al descanso, que les permitió liderar el partido por primera vez en el tercer cuarto.
The 76ers led by 22 in the first half but lead by just 5 at halftime.
— ESPN Stats & Info (@ESPNStatsInfo) 4 de mayo de 2018
Philly has blown four 20-point leads this season, tied for the most by any team over the last 20 seasons (including playoffs).
That includes a 22-point lead against the Celtics on Jan 11. pic.twitter.com/JtW5Vxj7hO
Mayor protagonismo debe tener en esta serie TJ McConnell, quien vio aumentados sus minutos en el segundo partido y fue el mejor de los Sixers, con un +16 cuando estuvo en la pista. El base aporta energía y un ritmo elevado al juego de su equipo, además de agitar al rival cuando defiende provocando pérdidas. Sabe donde están sus límites y exprime sus virtudes.
Si los Sixers logran cambiar alguno de estos aspectos, tendremos unas series largas. Por otra parte, si no son capaces de detener a Rozier, Tatum y Horford, tienen la peligrosa oportunidad de terminar la temporada en los dos próximos partidos.