Kristaps Porzingis fue traspasado a Dallas Mavericks el pasado mes de febrero, aunque todavía no ha podido debutar con su nueva franquicia. El jugador se lesionó la rodilla el 6 de febrero de 2018 con New York Knicks y se espera que pueda volver a las canchas la próxima temporada. Lógicamente, tras más de un año sin competir, empieza a estar harto de la situación, como reconoce en declaraciones recogidas por ESPN:
"Lo más complicado para mí es levantarme los días que hay partido, hacer la rueda de calentamiento con el equipo y posteriormente tener que elegir el traje que voy a ponerme para ver el duelo. En ese momento me digo, 'no quiero hacer esto más'. Lo más difícil para mí es esto. Odio mis trajes. Bueno, no es que los odie, pero odio elegirlos los días de partido".
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— Kristaps Porzingis (@kporzee) 11 de marzo de 2019
Continúa explicando cómo se siente últimamente: "Es muy raro no ser capaz de... Bueno, soy capaz, pero no estoy jugando todavía. Los días de partido me siento como si lo fueran también para mí, pero luego eliges un traje y tienes que estar ahí. Y yo intento estar con el equipo y ayudarles en lo que puedo sin pisar la cancha, pero es muy muy duro. Más duro de lo que esperaba".
Eso sí, a pesar de que está harto, el letón tiene claro que no va a forzar su vuelta: "No voy a precipitar nada. Por supuesto que quiero jugar. Apenas tres meses después de operarme ya pensaba que podía volver. Es algo que ha estado en mi mente todo el tiempo".
"Estoy orgulloso de mi mismo por estar teniendo la paciencia que mi rodilla necesita. Puedo sentir el progreso, y eso es algo que me exita. Me hace tener más ganas de saltar a la pista, pero no lo voy a hacer hasta que no me encuentre al 110%", finalizaba confesando Porzingis.