La injusticia se sigue cebando con la carrera de Chris Paul: positivo por Covid-19

Si hubiera que resumir la temporada NBA con un solo nombre, ese sería el de Chris Paul. No será el MVP de la competición, quizás no llegue a ser el campeón de la temporada o el MVP de las finales, pero el rendimiento del veterano playmaker de 36 años con sus Phoenix Suns está siendo un auténtico escándalo.

Sin embargo, si algo ha caracterizado la carrera de Chris Paul y sus tropiezos más evidentes, han sido los problemas físicos y la mala fortuna que le ha llevado a perderse alguno de los momentos más clave de su carrera deportiva y profesional.

Ahora, uno más: liderando a Phoenix Suns hacia el anillo, siendo el mejor jugador del equipo del primer clasificado de la Conferencia Oeste a la Final de Conferencia, y positivo en Covid-19 que le convierte en baja indefinida para la serie que se viene ante Utah Jazz o Los Ángeles Clippers.

Un varapalo terrible para los Suns

Chris Paul es medio equipo. Asumirlo es el primer paso, y aceptar lo que ocurrirá sin el jugador durante todo su tiempo de baja, el segundo. Un jugador que no sólo anota en los momentos calientes, que no sólo es capaz de dirigir a su equipo, también defiende, calma las tensiones en los momentos precisos, siempre encuentra el mejor pase y se echa constantemente al equipo en su espalda.

La gravedad del asunto va más allá del tiempo de baja de CP3. Sí, se perderá unas semanas, pero esta baja también influiría en su ritmo de competición y frenará en seco su momento personal tan estupendo. Un golpe más para uno de los mejores PG de la historia del baloncesto estadounidense.