
Pocas veces en la historia un General Manager fue tan importante en el devenir de una franquicia NBA como lo ha sido Bob Myers en Golden State Warriors. El arquitecto, la cabeza pensante del proyecto deportivo que se erige en uno de los equipos de leyenda de toda la historia, dice adiós, consciente de que los Warriors se acercan a una nueva era en la que quizaá haya que tomar decisiones difíciles y dolorosas. No tiene fuerzas para afrontar una reconstrucción y cree que el equipo necesita caras nuevas.
Lo primero que hay que señalar es que una parte de su éxito se ha fundamentado en su gran relación con los jugadores, siendo un GM cercano, comprensivo y empático. En 2012 pasó de ser asistente a decidir los designios deportivos de un equipo que ha reinventado este deporte con su forma de jugar y el diseño de su plantilla. Ha comentado que necesitaba un respiro después de años muy intensos y lo que parece evidente, es que puede haber tenido alguna divergencia con el propietario en los dos asuntos candentes a tratar este verano.
Joe Lacob y Mike Dunleavy Jr asumirán las riendas
El primero de ellos es decidir a qué jugadores destinan su dinero ya que no pueden abarcar todo sin sobrepasar el impuesto de lujo y condenar su futuro. Draymond Green podría rechazar sus Player Option, mientras que Klay Thompson busca una renovación por el máximo. Es muy probable que Bob Myers se haya dado cuenta de lo inviable que resulta retener a estas dos leyendas, pero le cueste mucho dinamitar lo que él ha creado y volver a levantar algo distinto. Golden State Warriors puede haber entrado en una nueva etapa con esta dimisión.