Se acaban los adjetivos para describir lo que está haciendo Oklahoma City Thunder esta temporada, superando cualquier previsión y postulándose de manera firme como un candidato al anillo. Todo eso ha sido posible por la sublime conjunción de tres talentos, como Shai Gilgeous-Alexander, Chet Holmgren y Jaylen Williams.
Divierten, ganan, ilusionan y hacen soñar con un futuro esplendoroso. Corren buenos tiempos en Oklahoma City Thunder, una de las franquicias con más argumentos para pensar que pueden construir una dinastía ganadora. Siguen disponiendo de rondas de Draft, tienen jugadores del núcleo duro con los que poder negociar para mejorar aún más, como Giddey o Dort, pero, por encima de todo, tienen un Big 3 antológico.
Si bien es cierto que hay tríos espectaculares en equipos llamados a la gloria, como el de los Suns, Clippers, Timberwolves o Celtics, no es descabellado pensar que el de los Thunder sea uno de los más destacados. Desde luego, es el que parece tener un mayor recorrido en el tiempo para hacer historia y seguir mejorando. Shai-Gilgeous Alexander ha encontrado la manera de impactar en todas las facetas del juego, como causa y consecuencia del buen hacer de Chet Holmgren y Jaylen Williams.
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Ni los más optimistas podían imaginar que estos dos jóvenes rindieran al nivel que lo están haciendo, siendo ellos una pata fundamental en el éxito de Oklahoma City Thunder. Los playoffs serán una prueba de fuego para un proyecto que tiene todo lo necesario para triunfar, especialmente, un Big 3 repleto de buen entendimiento y virtudes complementarias.