Las claves de la paliza de Denver Nuggets a Los Angeles Lakers (3-0)

Aunque la serie oficialmente requiere un partido más entre Los Angeles Lakers y los Denver Nuggets antes de su conclusión, el ambiente posterior al tercer partido del jueves insinuaba el final anticipado de esta confrontación. Un equipo parecía aceptar su derrota, mientras que el otro se preparaba para avanzar a la siguiente ronda. Nikola Jokic, Aaron Gordon y compañía están imparables.

Aquí están las tres principales conclusiones que se extraen de la derrota de los de LeBron James del jueves:

Los Lakers: Un dilema de alineación

La derrota en el tercer partido destacó una preocupación persistente para los Lakers: las decisiones de alineación. No me refiero simplemente a la elección de una formación pequeña, sino a la omisión de ciertos jugadores clave.

La ausencia de Rui Hachimura ha sido un factor determinante en los problemas de los Lakers en esta serie. Aunque Hachimura jugó 28 minutos el jueves y anotó cinco puntos, su presencia en la cancha fue insuficiente cuando más se necesitaba.

En circunstancias normales, Hachimura podría aprovecharse de las debilidades defensivas de sus marcadores menos habituales y destacar. Sin embargo, ante la ausencia de un jugador específico en el equipo de Denver y su propia incapacidad para contribuir ofensivamente, sus fallos defensivos se vuelven aún más notorios.

Hachimura carece de la agilidad para marcar a jugadores como Aaron Gordon o Michael Porter Jr. y tampoco cuenta con la estatura para intimidar a Nikola Jokic. Esto representa un desafío significativo para los Lakers, quienes no tienen respuestas claras ante los problemas planteados por los Nuggets.

La incapacidad de Darvin Ham para confiar en jugadores como Jaxson Hayes agrava aún más esta situación. Esto obliga a Ham a optar por alineaciones defensivas más pequeñas o confiar en jugadores menos probados, lo que, en última instancia, juega en contra de los Lakers.

Un equipo desmoralizado

A pesar de un inicio prometedor, con una defensa sólida, Los Angeles Lakers fueron desgastados gradualmente por los Denver Nuggets a lo largo del partido. Al llegar al último cuarto, los Lakers parecían haber aceptado su destino. Esta vez, no hubo una carrera final para cerrar el partido, y el marcador final fue engañoso gracias a una racha tardía de Austin Reaves.

El equipo demostró haber llegado a la dolorosa conclusión de que no poseían los recursos necesarios para superar al equipo de Denver. Esta resignación se vio influenciada por las diez derrotas consecutivas, incluida la derrota desgarradora en el Juego 2.

Denver: La fuerza imparable

Es necesario destacar la fortaleza y ​​determinación del equipo de Denver. Se puede afirmar con seguridad que los Nuggets están en camino de ganar un título este año. Su juego impecable, tanto en ataque como en defensa, es una muestra de su poderío en la cancha.

A pesar de tener un banco más delgado en comparación con otros equipos, los Nuggets confían en sus titulares y encuentran soluciones creativas para superar cualquier obstáculo. Su capacidad para identificar y explotar las debilidades de los oponentes es notable.

En resumen, aunque los Lakers han enfrentado dificultades, es innegable que los Nuggets se han mostrado como un equipo formidable y prácticamente imparable en esta serie. El jueves fue una revelación para los Lakers, quienes reconocieron la magnitud del desafío que enfrentan.