
A pesar del dolor persistente en el coxis, Jimmy Butler protagonizó una actuación memorable para liderar a los Golden State Warriors a una ajustada victoria por 109-106 sobre los Houston Rockets en el cuarto partido de la serie de primera ronda. El triunfo deja a los Warriors a una sola victoria de avanzar a las semifinales de la Conferencia Oeste. Butler, quien regresó tras ausentarse en el tercer encuentro por una contusión pélvica sufrida en una caída alarmante durante el segundo partido, jugó 40 minutos y anotó 27 puntos, incluidos tres tiros libres decisivos a falta de 58.7 segundos y otros dos tras atrapar el rebote clave con cuatro segundos por jugar.
El escolta participó del entrenamiento matutino, pero no fue hasta completar con éxito el calentamiento previo que se confirmó su presencia en el quinteto titular. "Más que nada, solo quería jugar. Esta es la mejor época del año, por esto se pasa por todo lo que se pasa", declaró Butler. "No me gusta perderme partidos, pero ya estoy de vuelta, y de una gran manera". Su actuación fue especialmente meritoria teniendo en cuenta que, según su compañero Draymond Green, "no podía moverse en los tres primeros cuartos. No sé cómo empezó a moverse en el último, pero no se quejó ni una vez. Siguió luchando". Green no fue el único en destacar la influencia de Butler; el entrenador Steve Kerr reconoció que, de tratarse de la temporada regular, el jugador probablemente habría estado de baja otra semana o más. "Pero son los playoffs, y él es Jimmy Butler. Esto es lo que hace. El rebote final fue increíble, la elevación, la fuerza, y luego los tiros libres. Jimmy estuvo simplemente espectacular", señaló Kerr.
El ambiente fue tenso durante todo el partido, con dos interrupciones en el segundo cuarto por escaramuzas que derivaron en cuatro faltas técnicas y una flagrante tipo 1. Butler jugó apenas cinco minutos en su primer ingreso y acumuló cerca de 18 para el descanso en un duelo cargado de intensidad. En palabras del propio jugador, "era momento de ganar", y celebró el hecho de haber comenzado a moverse "un poco mejor" hacia el cierre.
La serie, ahora 3-1 a favor de Golden State, se reanudará el miércoles en Houston, donde los Warriors, séptimos preclasificados, intentarán sellar la eliminación del segundo sembrado de la conferencia. Con la mirada puesta en una carrera profunda en playoffs, el equipo de Kerr sabe que necesitará más noches como la de este lunes de su estrella más resiliente.