
Golden State Warriors perdió ayer el Game 2 de las semis del Oeste ante Minnesota Timberwolves. Antes, Stephen Curry expresó su incertidumbre sobre el tiempo que necesitará para recuperarse de su distensión de grado 1 en el isquiotibial izquierdo, ya que es la primera vez que sufre una lesión de este tipo:
“Esto es nuevo para mí, y por lo que estoy aprendiendo, hay un proceso de curación que no se puede acelerar. Después de una semana, empezaremos a reevaluar día a día cuándo será seguro siquiera pensar en volver a jugar.”
Calificó la situación como un “golpe al estómago” y explicó que no puede precipitar su regreso:
“Las lesiones en los isquiotibiales son complicadas. Pueden engañarte y hacerte creer que estás bien. Por eso, no puedo volver hasta que esté completamente listo y sin riesgo.”
Aún está lejos de poder lanzar tiros sin moverse:
“Todavía falta para eso. Ahora mismo el proceso de rehabilitación es mucho.”
Sobre cómo ocurrió la lesión:
“Me sentía muy bien hasta ese momento. Hice un giro en defensa y sentí algo. Pensé que podía continuar, pero sabía que podía empeorar si seguía jugando.”
Curry valoró la victoria del equipo sin él y se mostró optimista:
“Tenemos confianza en que podemos ganar la serie. Si los muchachos pueden mantenernos en carrera, quizá podamos tener otra serie más adelante, y yo regresar cuando sea seguro.”
También habló del componente emocional:
“Es más duro emocionalmente ahora que soy mayor. No sé cuántas oportunidades más tendremos para una carrera profunda en playoffs. Por eso le dije a Draymond [Green] cuando llegó Jimmy Butler: ‘Este es nuestro último viaje’.”
Finalmente, dejó claro que no arriesgará su cuerpo antes de tiempo:
“Aún no estoy en un punto donde tenga que resistir la tentación de volver antes. No quiero ponerle fechas. Lo único que sé es que quiero sentirme mejor cada día.”